19 de abril de 2011

Relaciones más o menos abiertas,o más o menos cerradas...

El otro día me acordé de mi. Es el eterno devenir del egocéntrico, que no hace más que mirarse cual espejo el propio ombligo y pensar, como puede ser que estando  tan bien situado, nadie pueda admirarlo desde el mismo ángulo  sin  tomarse la molestia de intentar comprenderlo como lo hago  yo. Por eso me parece que  los egocéntricos nos deprimimos más en invierno, no lo llevamos descubierto y tenemos que mirar para otro lado. Como hace años me sucede lo mismo, he encontrado una especie de salida lateral a esto que acabo de narrar. Lo que hago es intentar desviar mi atención cuando se me presenta un pensamiento sobre mi misma hacia otro lado, con asociaciones rápidas encadenadas. Llego así a lugares recónditos, que hacía tiempo no transitaba y a veces me pierdo, un poco, solo un poco. Voy a dar un ejemplo.Luego de enunciar la anteúltima frase, y la voy a repetir para encadenar.


"Llego así a lugares recónditos, que hacía tiempo no transitaba y a veces me pierdo, un poco, solo un poco. Todos los caminos conducen a Roma. ¿Has visto la película de Greenaway, "El vientre del Arquitecto"? Si no la has visto me gustaría verla contigo y si la has visto también. Es el "Retrato de una obsesión", esa no la vi, tendría que verla...La del vientre, si, recuerdo muy bien la   obsesión, de los ángulos, de las ampliaciones,  la putrefacción y la belleza. Leonardo Da Vinci. Leonardo y sus codex. ¿Por qué codex? ¿Por que no libretitas? Hace muchos años, en Buenos Aires, vivía una vieja en la calle, en la paralela a la Av Córdoba. ¿Te acordás mamá? Tenía unas libretitas, en las que hacía cuentas y cuentas y más cuentas...y yo tenía no se, 8 o 9 años, y te pregunté al verla: ¿mamá, qué hace esa señora?.
¿ Te acordás de lo que me respondiste?...Yo si. Me dijiste: y...no se sabe...
No se sabe, no se sabe como llegaron los codex a los sitios en los que aparecieron. O yo no se, porque tengo paciencia, pero no tanta. Me pierdo en los dibujos de Leonardo, me gustan más que el cotilleo histórico. 


"...Estudié el vuelo propulsor, y la imitación del mismo, utilizando una máquina voladora..."

El otro día en una clase, de pronto, se me ocurrió que podía haber descifrado que era lo que  anotaba la señora de las libretitas, por qué hacía cuentas...como yo.Yo hago cuentas todo el tiempo, sumas y restas, en concreto y a veces en imaginario. Quiero decir, con sumas concretas y con sumas que no tengo y que debería tener. Yo lo hago en papelitos, detrás de volantes publicitarios, de sobres de facturas y luego los tiro a la basura...pero ella no podía, le habían ganado la partida, a mi, todavía no del todo.


"...Mi máquina tendrá que batir las alas, pero también se beneficiará de las corrientes de aire..." 
Para planear. Eso si es mágico. La naturaleza es mágica, tan mágica que Leonardo, que intentó mecanizarla, hizo algo mágico también, como los códices. ¿A qué te suena la palabra códice?Sin consultar el diccionario, digo. Bueno, en el diccionario te va a decir que es un libro al fin y al cabo, antiguo, eso si...pero libro al fin, pero a mi eso me importa un comino.Porque las definiciones me dan igual, yo preguntaba a qué te suena. ¿No suena a código?...a mi si. ¿Cuales son tus códigos de conducta?  Ya que estamos te lo pregunto, aprovechando la asociación libre de ideas. 
"...Una relación más o menos abierta o una relación más o menos cerrada...."  Más o menos. ¿Es una escala de grises? ¿O es un extremismo disfrazado? Te pregunto.


"...Será ligera, sólida y fácil de manejar.Sus alas mecánicas se basarán en la estructura de las alas del pájaro. Volar, es tanto una cuestión de agilidad, como una de fuerza..." 


Dime una cosa: ¿ importa si Leonardo pudo hacer volar el rotor, si o no?  Lo que veo maravilloso son las investigaciones y cómo siempre hubo algo que lo protegió pese a todo, porque te recuerdo, que a otros menos afortunados, los quemaron en la hoguera. No me importan los otros, lo siento, y claro que no hablo de los de la época de Leonardo, más vale, esos fueron quemados por la Santa Inquisición que eran unos hijos de puta, no, los que no me importan son los otros, los que murieron quemados por no atreverse a escuchar lo que yo quería contarles sobre el rotor de Leonardo."




  "Recuerdo que una vez, siendo niño, se posó un halcón cerca de mí,abriéndome la boca, me acariciaba una y otra vez con sus plumas como profecía de que yo, iba a hablar de alas durante toda mi vida" Leonardo Da Vinci











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