28 de diciembre de 2010

Seudópodos.

Si, imagino que debe ser una familia de locos. El problema es que hay diferentes tipos de locura.
Siempre pienso en por qué uno cuando se cambia de casa, limpia todo, incluso cuando a simple vista no haya una mota de polvo...y me respondo : es porque a la mugre propia estamos inmunizados. Pues lo mismo es la locura familiar, uno está inmunizado a la propia, más o menos, todo depende de la frecuencia con que uno la frecuente. Mi opinión al respecto claro está, no tiene validez, porque yo no frecuento a mi familia, que en este momento es casi, casi monoparental, monoparental con seudópodo, traducido en cristiano, mi madre y mi tía, su hermana menor.
Y ahora que lo pienso mejor, también aquí tengo una familia monoparental con seudópodo...pero en plural. Aunque debo reconocer que si bien es cierto que guardo cariño al seudópodo llamado tía que se encuentra del otro lado del océano, a los seudópodos cercanos geográficamente no los quiero en absoluto. Es que mi hijo, esa figura tan importante en mi vida, es un ser sumamente sociable y guarda relación con su padre y con todos mis ex. Lo llaman por teléfono, lo vienen a ver, le traen regalos, etc...no me opongo, la verdad, sería una pérdida de tiempo luchar con organismos unicelulares. Y esto me lleva al siguiente planteo, o mejor dicho visualización: el otro día me encontraba en ese momento en que uno comienza a dormirse, no está ni consciente ni inconsciente y se me apareció una imagen gelatinosa, azulada, una gigante ameba trasparente que parecía flotar en el espacio, y a medida que iba cayendo más y más en mi introspección se iba agrandando y le iban creciendo brazos, amorfos primero, que se iban alargando y llegaban a entrelazarse unos con otros, volviéndose más oscuros y monstruosos...finalmente me dormí.
Intento ser resolutiva, y me parece que ha llegado el momento de dejar de coleccionar extremidades inútiles, ya que luego me da hasta pena cercenarlas y me vienen ocupando demasiado espacio vital sin aportarme nada verdaderamente positivo.

19 de diciembre de 2010

Ni él podía estar seguro del amor que ella decía sentir,
ni ella podía estar segura del amor que él decía no sentir.

3 de diciembre de 2010

La esfinge sin pregunta.





¿Sabes sobre qué voy a escribir? Sobre tu  pregunta. Tu que preguntas y yo que nunca respondo. Fue una pregunta intrínseca. En el medio de la conversación. Te la voy a responder ahora :SI.


Pero dime: ¿Tiene importancia mi respuesta? ¿Tiene significado una respuesta sin recordar la pregunta?.


El nombre del desconocido es como una respuesta sin formular la pregunta.


Dos extraños que hablan sobre otro desconocido más.Un triángulo. Un eterno triángulo. ¿Y si en verdad solo fueran dos líneas y nada más?¿Pero son paralelas o se cruzan? Porque ahí la cosa cambia.


Yo no busco certezas, pero tu lo sabes. Por eso no pregunto, yo simplemente leo.  Te leo y me lees. ¿Sabe más el que pregunta y no obtiene respuesta?¿sabe menos el que es preguntado y no responde?


Me quedo en el mismo sitio en el que me encuentro. Sin sacar conclusión alguna.


Existo. Brumosa. Sonriente. Silenciosa.