5 de diciembre de 2014

Telegrama

Puedo amar.
Pero no lo puedo decir.
De hecho, amo.
Tengo miedo.
No tengo miedo a perder la libertad.
Tengo miedo al dolor.
No a mi dolor.
Tengo miedo a tu dolor.
Aspiro a un amor que no se si es posible.
Una entrega tácita y completa.
Mi silencio es tan doloroso.
El no poder decir que no quiero a nadie más.
No es que todos los hombres sean más o menos iguales.
No es que todos los hombres sean más o menos diferentes.
No me importa nada de todo eso.
Es posible que me arrepienta algún mañana de haber dicho basta.
Tu cariño se cuela por las grietas de mi corazón mudo .
Ahora debo pensar.
Tres días y tres noches.
Me vuelvo silenciosa cuando amo.
Me vuelvo fiel cuando amo.
Pero no lo puedo decir.
Solo puedo amar.


3 de diciembre de 2014

La mala mujer

La dejó ayer  porque era una mala mujer.
Según él, ella no era buena.
Ella no era muchas cosas:
Buena.
Atenta.
Bonita.
Luchadora.
Atractiva.
Generosa.
Abnegada.
Combativa.
Solidaria.
Digna.
Diligente.
Honrada.


Ella dejó que él la dejara porque, aunque poseía todas estas cualidades, planeaba salir de viaje a Budapest.