10 de septiembre de 2010

Amar es un arte.

" Amar es un arte, como todo. 
Yo lo hago excepcionalmente bien. 
Tan bien, que parece un infierno. 
Tan bien, que parece de veras. 
Supongo que cabría hablar de vocación...."




Siempre me sorprende enterarme que alguien se ha suicidado. Si es de mi entorno, siento por unos instantes el impulso de intentar llamarlo por teléfono. Nunca llego a hacerlo. Es solo el impulso, la necesidad de intentar convencerlo, que sería mejor, que se quedara . Esgrimirle con mis mejores intenciones los motivos que hay para vivir. El abanico de posibilidades que se le abrirían, casi con seguridad, si se quedara un par de días más. Si esto me sucede un viernes, es aun peor. Jamás me he enterado de un suicidio un día de lluvia. Tampoco de noche. Siempre me entero a  primera hora de la mañana, mientras alguna pequeña nube pasa acariciando el sol...y pasa...
Entonces es cuando quiero gritar, pero no puedo, porque tengo que hacer un esfuerzo para no parpadear.
Nunca fantaseo con suicidarme, simplemente me suicido. Me mato en cada esquina, vivo ausente para practicar el "cuando no esté". Me abandono al abismo cuando no llega el autobús, y cuando finalmente llega y subo, creo que no debería haber sido así. Amar es la mejor manera de suicidarse una y otra vez.  Cancelo encuentros antes de hacer el convite, y esto me da la tranquilidad de ser lo suficientemente previsora de no dejar a nadie plantado, por si decido finalmente no morir. 
Pero en realidad, hay una sola razón por la cual no llamo al que se ha suicidado, y es porque si por alguna casualidad, llegara a cogerme la llamada, no sabría exactamente que decirle.




" Morir es un arte, como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
Tan bien, que parece un infierno.
Tan bien, que parece de veras.
Supongo que cabría hablar de vocación...."

                                                                                          Sylvia Plath 


                                                                                            

                                                                                                                                                                           






6 de septiembre de 2010

Embolsadito

Tengo un amigo a quien quiero mucho que tiene todo guardado en pequeñas bolsas. Supongo que es una virtud el ser tan organizado. Cada día de la semana está embolsado y cada actividad que realiza también, pero en bolsas más pequeñas. Como sigue acumulando, debe etiquetar todo también, porque si no podría confundirse. Sería calamitoso que en la bolsa del viernes en donde me encuentro generalmente yo, se colara alguna pequeña bolsa del día martes sin identificar.
Los sentimientos también los guarda así. O por lo menos eso es lo que me cuenta.
La libertad tiene el privilegio de una bolsa de color, trasparente también, todas los son, pero esta, tiene un color amarillento. Imagino que debe de enarbolar un cartelito que dice: Libertad. Y en la sub-etiqueta dice: Frágil.


A mi me tiene en una de las comunes. Me ha ido colgando cartelitos. El de amiga, artista, colega, confidente, hay más. Los ha ido pegando uno sobre otro, y cada tanto se caen, lo que es un verdadero incordio, la verdad...no se si ayudar a levantarlos y volvérmelos a pegar o ...el otro día ya no se adherían, y cogió un rotulador rojo y me fue escribiendo todos mis títulos. Y cerró bien la bolsa después, para que mi respiración condensada no pudiera salir  y despintarlos...