20 de abril de 2011

Jardín Tropical

"¿Disculpe, podría decirme si ha visto a este hombre alguna vez?"

Cogió la foto con desgano, la miró, lo cual me emocionó, era muchísimo más de lo que habían hecho las aproximadamente 600 personas a las que se lo había preguntado ya, en las dos semanas que llevaba haciendo la misma pregunta, y debo agregar :cuando me atrevía. Dos semanas ya habían pasado desde el "mal entendido", por llamarlo de alguna manera, que había terminado en mensaje de texto en el móvil, y la desaparición absoluta del sujeto de la foto. Y yo había respondido como había podido, tenía fiebre y estaba aturdida:
" No es lo que crees.Llámame por favor, si no lo haces, te buscaré en la Estación de Atocha hasta encontrarte." Y pese a la fiebre y el estado de agitación, lo decía completamente enserio. Siempre hablo enserio, hasta cuando bromeo. 

"No se que decirte, guapa, tal vez si y tal vez no...aquí pasa mucha gente..." La voz  del otro vino a golpearme  una vez más.Me lo quedé mirando, fijamente, como hago siempre, pero sin sonreír. Eso  me juega en contra. Porque al sonreír me dulcifico hasta el punto de parecer infantil, y la gente no desconfía de mi (tanto). En cambio, cuando no sonrío, y me quedo petrificada, con los brazos pegados al cuerpo, inerte, y miro fijamente a alguien, asusto.Esto seguramente lo pienso ahora, que llevo aproximadamente diez días casi sin dormir y sin comer.Probablemente, cuando recupere mi ritmo de vida habitual, ya no asuste a nadie. Pero ahora mismo no quiero pensar en ese día, porque será el día que me haya dado por vencida en la búsqueda. 

He leído muchísimas novelas de detectives, y siempre me han gustado. Me gustaba R.Chandler, N. Blake, V. Canning...  y sus hombres (detectives) me caían fenomenal...También me caía bien Miss Marple, pero seguro era más creíble que yo, y lo tenía todo más fácil. Y saben por qué, por una sencilla razón, Miss Marple debía tener más de ochenta años, y no estaba enamorada de nadie, por ejemplo. Miss Marple, tenía al tío en cuestión, aunque no estuviera implicada sentimentalmente con él en lo más mínimo, con un cuchillo de cocina atravesando su esternón, sobre la alfombra de la biblioteca, de algún acaudalado hombre de la burguesía británica, y ya no se iba a ninguna parte, por ejemplo. Y aunque me parezca de una injusticia supina,  el solo hecho  que Miss Marple, no tuviera teléfono móvil, le había simplificado su vida una barbaridad...

Caminé mecánicamente hacia la máquina de bebidas, y me pregunté si me convenía beberme otro medio litro de agua, o era más aconsejable, aunque fueran solamente las 10.30 de la mañana, ir al café, y pedir algo más fuerte. Philip Marlowe bebía. Bebía mucho. A veces, me preocupaba por él. Y Poirot estaba excedido de peso. Eso me preocupaba, pero no tanto, para eso tenía a su secretaria la Señorita Lemon, que lo enviaba a cualquier punto del globo, con tal  que el pobre cerebro de Poirot, no sufriera un colapso en cualquier momento, por la acumulación de grasa, y no entre sus células grises, precisamente. Otro que siempre tenía suerte, no como yo. Debería comer un poco más, mis células grises no están funcionando a la perfección, si no, me tendría que ser mucho más fácil dar con un tío del que tengo una foto, su nombre de pila, y que se, que trabaja en la Estación de Atocha. A él también le gustan los detectives, por eso cuando se esfumó, lo hizo sabiendo perfectamente que me sería imposible hallarlo. Porque se su nombre, pero no su apellido, tengo sus teléfonos, pero no figura en las páginas blancas, y tengo su foto, pero no lo he visto jamás. 


Claro, es eso, estoy buscando a la reencarnación de Philip Marlowe!!!!!!!!!!!!!!!!!!Comencé a saltar de la alegría, y  luego dando pequeños saltitos, me desplacé  a gran velocidad  hasta toparme con el Jardín Tropical. Siempre que llego ahí, no puedo evitar alzar la mirada, hacia donde se forma un cúmulo de vapor que flirtea con las palmeras, para luego descenderla en picada hacia el estanque donde están las tortugas en exposición, asoleándose ajenas al alboroto del gentío. Me resulta mucho más interesante la observación de la fauna terrestre que  circunda el estanque, que  las tortugas que viven en él. Bueno, hay gente que vive en la estación. Ahora mismo no se, pero hace años si. Lo recuerdo muy bien. Pero prefiero no hablar de eso. 


Hay muchas cosas de las que prefiero no hablar. Aunque al final, digo mucho de lo  que no quería decir. Incluso, me sorprendo contando algo que no me había planteado jamás.  Soy transparente como el agua, por eso no puedo ser buen detective. 


Bajé la vista una vez más hacia el estanque, me apoyé  en la barandilla y me columpié levemente, arrobada por la placidez de las tortuguitas más pequeñas. Estrujé sin querer la foto, arrugándola. Retrocedí , intentando estirar la foto que había quedado hecha un acordeón. La miré unos instantes esperando que me respondiera algo, pero solo obtuve una imagen quieta, de una mirada expresiva. Me conmovió una vez más,  apreté  la imagen contra mi y susurré: "Lo siento..."

Me quedé en blanco unos segundos, y caminando lentamente, busqué la salida. Te dije una vez, que el aire en la cara me hace sonreír, y no te lo dije, pero seguro lo sabes, también me aclara las ideas. Guardé tu foto, mientras prometía: " Te llamo en dos semanas, Miss Marple no se enamoraba como yo, le era imposible, los tíos quedaban todos fiambre, insertados con cuchillos de cocina, en mitad del esternón."










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