19 de septiembre de 2011

Más vale trocar



 Y entonces, mientras me abrazabas tiernamente, me sentí cobijada. Tantos años vagando, para  siempre terminar huyendo. Siglos completos, completamente quieta, y con esa inquietud que me daba  la insatisfacción. Posiblemente ésto dure un momento, pero ¿importa? La belleza, efímera, solo en  abrazo de mariposa. El misterio de la felicidad. Tal vez la concepción de momentos distanciados, y concebidos de manera absoluta e indivisible. Si por un momento pudiera renunciar a ese insano afán de conquista, al deseo de poseer, y  lograra abandonarme a tu abrazo como ayer,  sería auténtica. Quiero detener el tiempo claramente. ¡Pobre de mi  qué temo al cambio!Sin tener en cuenta que lo que no evoluciona, se estanca, y que el agua que se estanca, se pudre.
No puedo darme por vencida después de ayer, tendré que comenzar a iniciarme en la crisopeya y practicarla con mi propio corazón.







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