tag:blogger.com,1999:blog-233513785872147772024-03-05T04:58:40.168-08:00Madame Bovarismo"Comprendí que el decantarme por coleccionar divorcios era una manera práctica de no tener que cargar con los maridos cuando cambiara de ciudad..."Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.comBlogger106125truetag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-44034443305816879372015-03-27T19:30:00.005-07:002022-06-28T10:39:26.286-07:00Cocina
<div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div>Y es ahí donde estás.<br />
Nunca vi una ventana tan pequeña<br />
que diera tanta luz,<br />
aunque no dé a ningún sitio los domingos.<br />
Esos domingos azules<br />
o grises que brillantes u opacos<br />
se me escapan entre los dedos de las manos<br />
si los amaso en tu cocina.<br />
Mis manos se pegotean con harina y agua<br />
pero no importa<br />
porque en tu cocina<br />
está esa pequeña ventana.<br />
<br />
Nadie nos ve por ahí.<br />
Sin testigos quedó guardada la tarde<br />
que tratabas de entender lo que yo quería.<br />
Era muy fácil por eso te mentí.<br />
<br />
Ahora, al mediodía cortamos cebollas<br />
y hablamos de cosas que no son importantes<br />
y a veces, corto el tomate en ocho rodajas<br />
mientras hablamos de cosas importantes<br />
que para mi sólo son relleno.<br />
Por momentos uno de los dos ha estado sentado en una silla.<br />
Pero también nos abrazamos.<br />
<br />
Cuando miro por la pequeña ventana,<br />
no se si espero que se haga inmensa,<br />
no se si espero que se haga de noche.<br />
Siempre es pequeña<br />
y cuando se hace de noche, desaparece.<br />
Y como ya no hay ventana, ni testigos,<br />
me abrazas con ternura y te susurras:<br />
ella merece saber cómo la deseo.<br />
<br />
Por las noches uno dice la verdad<br />
y por el día uno miente.<br />
Por eso siempre sé cuando me estás diciendo la verdad.<br />
Porque es por las noches cuando veo tus lágrimas<br />
que me piden que nunca te olvide.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-81946014560580455572014-12-05T14:53:00.000-08:002014-12-05T14:54:31.091-08:00Telegrama<span style="font-size: large;">Puedo amar.</span><br />
<span style="font-size: large;">Pero no lo puedo decir.</span><br />
<span style="font-size: large;">De hecho, amo.</span><br />
<span style="font-size: large;">Tengo miedo.</span><br />
<span style="font-size: large;">No tengo miedo a perder la libertad.</span><br />
<span style="font-size: large;">Tengo miedo al dolor.</span><br />
<span style="font-size: large;">No a mi dolor.</span><br />
<span style="font-size: large;">Tengo miedo a tu dolor.</span><br />
<span style="font-size: large;">Aspiro a un amor que no se si es posible.</span><br />
<span style="font-size: large;">Una entrega tácita y completa.</span><br />
<span style="font-size: large;">Mi silencio es tan doloroso.</span><br />
<span style="font-size: large;">El no poder decir que no quiero a nadie más.</span><br />
<span style="font-size: large;">No es que todos los hombres sean más o menos iguales.</span><br />
<span style="font-size: large;">No es que todos los hombres sean más o menos diferentes.</span><br />
<span style="font-size: large;">No me importa nada de todo eso.</span><br />
<span style="font-size: large;">Es posible que me arrepienta algún mañana de haber dicho basta.</span><br />
<span style="font-size: large;">Tu cariño se cuela por las grietas de mi corazón mudo .</span><br />
<span style="font-size: large;">Ahora debo pensar.</span><br />
<span style="font-size: large;">Tres días y tres noches.</span><br />
<span style="font-size: large;">Me vuelvo silenciosa cuando amo.</span><br />
<span style="font-size: large;">Me vuelvo fiel cuando amo.</span><br />
<span style="font-size: large;">Pero no lo puedo decir.</span><br />
<span style="font-size: large;">Solo puedo amar.</span><br />
<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="https://www.youtube.com/embed/10vtevd__IM" width="480"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-44728614795605424982014-12-03T16:34:00.001-08:002014-12-03T16:36:55.473-08:00La mala mujer<b><span style="font-size: large;">La dejó ayer porque era una mala mujer.</span></b><br />
<b><span style="font-size: large;">Según él, ella no era buena.</span></b><br />
<b><span style="font-size: large;">Ella no era muchas cosas:</span></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Buena.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Atenta.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Bonita.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Luchadora.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Atractiva.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Generosa.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Abnegada.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Combativa.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Solidaria.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Digna.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Diligente.</span></i></b><br />
<b><i><span style="background-color: white; color: #674ea7; font-size: large;">Honrada.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></b>
<b><i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></b>
<b><span style="font-size: large;">Ella dejó que él la dejara porque, aunque poseía todas estas cualidades, planeaba salir de viaje a Budapest</span><span style="font-size: large;">.</span></b><br />
<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="https://www.youtube.com/embed/HtrQFVw_8Ag" width="459"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-5939051459934715312014-04-05T17:38:00.001-07:002014-04-05T17:38:33.558-07:00Escríbeme rojo<span style="font-size: large;">"La lengua no tiene huesos, pero es lo suficientemente fuerte para romper un corazón. Por eso tenga cuidado con lo que dice."</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Recuerdo lo desdichada que me sentía el día que de casualidad encontré esa frase. ¿A quién le gusta que le rompan el corazón en una frase?
De todos modos, me da igual. Un hombre para mi es como una fruta de estación. Si no es comido por mi, terminará pudriéndose. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"> Tengo un amigo que me dijo una vez que era una femme fatale, a mi me causó mucha gracia, pero tenía toda la razón. Lo soy. ¿Sabiendo ésto qué puedo temer? ¿Qué algún día se me acuse de ser una asesina en serie? Lo tengo muy estudiado, aduciré que ha sido en defensa propia, si no me creen les mostraré todas las cartas y verán que estaba tratando con suicidas, quedará la duda, pero me dejarán en libertad. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"> Estaba molesta. Hace meses que no escribo como quiero. No tengo un motivo. Mi personaje fetiche se ha tomado un año sabático y me ha dejado en la estacada. ¡Eso es! En la estacada.
Un error de cálculo teniendo en cuenta que soy curvilínea, tengo una sonrisa razonablemente atractiva y me gusta la aventura. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Hice dedo y de pronto, sin darme cuenta, paró un coche en la carretera para que me subiera. No podía ver al conductor muy bien, solo vi que era muy alto y poco más. Soy miope.
Decidí subirme, creo que he dejado claro en el párrafo anterior que la asesina soy yo. Es difícil que se topen dos asesinos seriales y se asesinen mutuamente, ¿no?. Si algo así pasara, sería hasta bueno, el mundo está hoy en día muy sobrepoblado. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"> Me subí, el que conducía me saludó y me preguntó hacia dónde me dirigía, al mismo tiempo que ponía el coche en marcha, y fue un instante en el que pensé: "so tonto, esta carretera va en una única dirección." Me equivoqué. El camino llevaba al sitio contrario al que pensaba. Siempre es así cuando uno tiene el corazón roto. Fíjense, ¿a dónde van las mujeres cuándo les rompen el corazón? A la peluquería. ¿Y los hombres? ¿A dónde van los hombres cuándo una mujer les destroza el mismo órgano? A ninguna parte. A emborracharse. Esa es la diferencia, las mujeres van a reconstruir su autoestima para cazar al próximo que les romperá el corazón. Los hombres van a seguir degradándose, cosa que han venido haciendo desde siempre. Romperle el corazón a una mujer es degradarse. Romperle el corazón a un hombre es imposible, no tienen. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"> Me dejé llevar, nunca mejor dicho, me hundí en el asiento al lado del desconocido y lo dejé hablar, como hago siempre. Es agradable ver cómo al hablar, se va dibujando un perfil de la persona. No necesité ni mirarlo, entrecerré los párpados y dejé que se dibujara ante mi lo que me contaba. Tuve que erguirme en el asiento, no me permitía adormecerme lo que decía. Había dado de casualidad con un personaje atormentado. Supe que no iba a poder dormirme en todo lo que quedara de viaje. Me estremecí, pude ver también a través de mi ventanilla que se avecinaba una tormenta y que estaba comenzando a anochecer. Intenté no oírlo, pero no podía. Me aterrorizaba ver cómo comenzaba a caer el agua fuera y golpeteaba los cristales con desparpajo, era hasta preferible escuchar lo que me contaba. De vidas ajenas en tierras lejanas, de épocas remotas. </span><br />
<span style="font-size: large;">Tenía que lograr que parara de hablar, si no lo hacía, iba a tener que asesinarlo antes de tiempo y no se conducir. ¡Deshacerse de un cadáver con lluvia en el medio de la nada y poder huir indemne es una tarea casi imposible! </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Estaba en todo esto cuando se escuchó un ruido fuera y tuvo que dejar de hablar para hacer una maniobra y desacelerar. Salimos con el vehículo de la carretera. Mudo por unos instantes, me miró, probablemente fue la primera vez que le vi la cara al sujeto y dijo, con ese acento extranjero que tan bien conozco: Un pinchazo.
Salió del coche. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Llovía torrencialmente y me sentí un poco culpable de todos mis malos pensamientos. Por el espejo retrovisor podía ver que estaba buscando cosas en el baul y que se estaba poniendo perdido por el agua que caía sobre él. Me inundó la lascivia. Suele pasarme con frecuencia. ¿Saben?, es más difícil poder evitar la lascivia por un personaje que huir de la policía. Tenía que morir. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Súbitamente entró en el coche y me informó que habría que llamar a la grua, había olvidado el gato y no podía cambiar la rueda. No se enteraba de nada. Me enfurecí, mi personaje me estaba haciendo cambiar de planes con demasiada frecuencia en demasiado poco tiempo, me estaba desequilibrando. Volvió a abrir la puerta y comenzó a telefonear como poseso. Había parado de llover. Comencé a comprender que por una vez, no era yo la que manejaba la situación. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"> Mientras esperábamos que nos rescataran de la estacada y viendo que mis planes se estropeaban completamente, le conté alguna anécdota graciosa, teniendo al principio cuidado que no se asustara, pero en poco tiempo pude ver que era bastante comprensivo con mis historias truculentas, eso me animó. De la guantera sacó una botella y me ofreció una especie de licor que yo no había probado antes. Me explicó qué era exactamente, pero no lo entendí. Llegado a un punto, mejor beber sin saber qué se bebe. Bebimos.
La sensación de bienestar que genera en mi el alcohol es muy agradable. Es comparable a la que me genera el escribir. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"> Puede ser que pasaran horas así, de charla y bienestar, esa combinación que todo lo puede. ¡Hay tanto que contar! Antes de quedarnos definitivamente en silencio, pronunció a media voz: es mi camino vivir pagando por la felicidad de otras personas. Me prometí a mi misma no volver a matar a un personaje antes de que me contara todo lo que tenía dentro de su corazón destrozado. </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"> No voy a contar la escena de la grua, no tiene la menor importancia. Tampoco les diré que todo esto es un producto de mi imaginación, creo que lo saben, por otro lado: ¿qué podría importar que no haya hecho dedo nunca en mi vida?, ¿ ni que jamás haya matado a ninguno?, claro está, no soy ni por casualidad una femme fatale y no he conocido jamás a un extranjero que me contara su vida en un viaje. Nada en absoluto. Solo importa que imagine, solo existe eso para mi. Y si logro escribir, pueda arrancar alguna sonrisa a quienes cometan el gran error de leerlo.
</span><br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="https://www.youtube.com/embed/r7NJ9ylAhos" width="459"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-71559008623354635092013-12-22T05:03:00.000-08:002013-12-22T05:03:12.809-08:00Vida que duele,
que lastima,
que envenena,
intoxica, hiere.
Vida que canta,
que arrulla,
que grita,
gime, duerme.
Vida que ríe,
que mana,
que ahonda,
va, viene.
Vida que comienza,
que transcurre,
que pasa,
suspira, muere.
Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-32947090365112319962013-08-29T16:42:00.003-07:002013-08-29T16:42:39.519-07:00<span style="font-size: large;"><b><i>¿Has sentido esa sutil diferencia entre la alegría y el sobresalto?
¿Y te ha dado un vuelco el corazón al girar el coche en una curva en camino de montaña? </i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><b><i>¿O algo frío caer por tus mejillas primero para luego comprender la tristeza de tus propias lágrimas? </i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><b><i>¿Emocionarte acaso con la luz que irradian esas pequeñas y sonrosadas mejillas en una almohada?</i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><b><i> ¿En la desazón de la aparente nada tumbarte, ya que crees que así, el propio desasosiego te abandonará más pronto?</i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><b><i> ¿Despertar una mañana y descubrir que los pájaros que cantan parecen haber roto el hechizo de la noche de agonía? </i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><b><i> Y todos los demás etcéteras, ¿los has sentido? Yo tampoco. Pero todo lo que si he sentido, es lo que me hace saber que importa poco quien creas que está a tu lado. </i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="//www.youtube.com/embed/06p4XXnMlFA" width="459"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-38924476882946452722013-08-26T17:55:00.002-07:002013-08-26T17:55:48.756-07:00Ultimatum<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Quiero que me leas atentamente. Porque probablemente no haya otra oportunidad. ¿Me entiendes, no? Estoy harta de tu egoísmo, de tu egocentrismo, tu egolatría, de tus ausencias. De tus tonterías. De tus bromas absurdas. De tu miedo a todo sin temerle a nada. De tu falsa modestia y tus complejos de inferioridad.</i></b></span><br />
<div>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Es un ultimatum. Porque esto se acaba, y se acaba para siempre. </i></b></span></div>
<div>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Y deja de intentar conectar con el mundo. Deja de contar. De escribir. Deja de escribirte. </i></b></span></div>
<div>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Abandona la estupidez. Deja de pensar que eres el ser más desgraciado del universo. Deja de pensar que eres feliz así. </i></b></span></div>
<div>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Deja de pensar que si le das una moneda al mendigo de la puerta del supermercado eres mejor persona y el mundo será mejor. </i></b></span></div>
<div>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Deja de sentir que quieres a todo el mundo mientras no quieres a nadie. </i></b></span><b style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><i>Deja de odiarlos y odiarte. </i></b></div>
<div>
<b style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><i><br /></i></b></div>
<div>
<b style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><i>Lo encontré en la puerta de la nevera hace unas horas. Me sorprendió que no hubiera perdido actualidad. Me pareció triste que no la hubiera perdido. </i></b></div>
<div>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/ODj93M0E9bs" width="560"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-48888878300511299332013-08-21T18:49:00.000-07:002013-08-21T19:12:08.836-07:00Varamientos<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Esto venía a cuento de los varamientos. Se me vino a la cabeza en un momento dado. Tal vez iba por el litro de cerveza, así que era de lo más normal que se me viniera algo así a la cabeza, supongo. Nunca entendí eso de que uno bebe para olvidar. Yo bebo para recordar. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Estamos de acuerdo </i></b></span><b style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><i>que los varamientos son encallamientos de cetáceos </i></b><b style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><i>en la arena<span class="apple-converted-space"> </span>de la playa o en la orilla del mar.
Esta situación es a menudo fatal para los cetáceos ya que pueden morir de
deshidratación. También suele suceder que sus pulmones quedan aplastados debido
al gran peso de estos animales en tierra firme. En muchas ocasiones se hacen
esfuerzos para salvarlas pero no siempre es posible. </i></b><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><span style="font-size: large;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i>Odio salir, ya lo comenté antes. Y detesto beber. No soporto a la gente. Amo a la humanidad pero detesto a las personas. Luego me caen bastante bien individualmente, salvando las distancias. Ya lo comenté también. </i></b></span></span><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i>Me interesan las personas. Lo que cuentan. Lo que opinan. </i></b></span></span><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i>A veces me detengo a ver qué me cuenta un completo extraño en plena calle y eso que soy fóbica. Pero es más interesante el tener que detenerme y escuchar alguna historia de algún desconocido siendo fóbica. </i></b></span></span></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></b></span></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i><span style="font-size: large;">Luego no respondo las llamadas de mis amigos. </span></i></b></span></span><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><span style="line-height: 19.167604446411133px;">Soy un poco incoherente. Me avergüenza reconocerlo, pero tengo una imagen de mi recurrente. Suena el teléfono, y veo que es uno de mis amigos el que llama, tengo la mano en el teléfono lista para responder en un instante...pero espero que el aparato deje de sonar. Reflexiono dos o tres minutos sobre lo que seguramente iba a contarme el que llamaba, hago una lista con ítems, opción a, b, c...nunca hay más de tres posibilidades, la gente siempre habla de lo mismo que suelen ser dos o tres cosas y las ordenan de manera alterna. Me bebo un vaso de agua y llamo. Ya preparada para escuchar. </span></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><br /></span></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><span style="line-height: 19.167604446411133px;">He llegado a escuchar a amigos en crisis tres horas al teléfono, decir algo, llorar, y decir lo contrario de lo que dijeron al comenzar, una y otra y otra vez. Lo confieso, no pienso nada en estos momentos. Tal vez, solo empatice. </span></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i><br /></i></b></span></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i>Cuando estoy mal, cuando me sucede algo muy chungo, me han sucedido cosas muy chungas en la vida, la verdad, no llamo a nadie. No se muy bien por qué, pero prefiero no hacerlo, es posible que por no joder. En mi otra casa, cuando hace dos veranos mi hijo no fue devuelto por su padre al final de las vacaciones, me sentía muy angustiada y me metía dentro del armario. A los diez minutos de estar allí dentro estaba tan agobiada por el calor en pleno agosto, que al salir de allí, se me aclaraban las ideas. </i></b></span></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i><br /></i></b></span></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i><br /></i></b></span></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i>Lo malo de los problemas sentimentales es que suelen venir acompañados de la idea absurda de la división del bien y el mal. El que te llama es el bueno, y se intenta convencer a si mismo de que está en lo cierto, no te llama para que le des tu opinión, llama para que le digas que tiene razón en todo. </i></b></span></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i><br /></i></b></span></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i><br /></i></b></span></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i>No creo en Dios, pero creo menos en las crisis de pareja y en las llamadas de teléfono que estas ocasionan. </i></b></span></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i><br /></i></b></span></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i><br /></i></b></span></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i>No se si creo en las crisis de pareja. </i></b></span></span><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i>Creo que las personas se obcecan en una estructura con calzador, cuando ya no hay manera de embutirse o embutir al otro, lo llaman crisis de pareja. Es agobiante. Cuando esto sucede, no puedo dejar de imaginarme observando lo que me cuentan y ver una inmensa playa detrás. Han estado nadando estas personas en las profundidades, flotando. Por momentos, me parece que los cuerpos de los protagonistas de la historia, emergen y se encallan en la arena. Se tienden sus manos, se entrelaza, para luego soltarse indignados, horrorizados, luego comienzan a aparecer otros cuerpos, traídos de un lado, de otro, la infidelidad, que me da náuseas. Esta situación es a menudo fatal, el amor muere de deshidratación. También suele suceder que sus pulmones quedan aplastados por el gran peso que el compromiso tiene en tierra firme. Se hacen esfuerzos por salvarlos pero no siempre es posible. Porque en general, las distancias, son insalvables. </i></b></span></span><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i>Soy muy incoherente. Me contradigo. </i></b></span></span><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><b><i>Por un lado, digo que no creo en la estructura impuesta del amor o blasfemo contra el amor, digo que no existe, para luego, sentir nauseas por la infidelidad. Es que los seres humanos somos muy contradictorios. Y muy hipócritas. Y muy infelices, atrapados por nuestra supuesta capacidad de razonar. Pero pensamos muy poco, y encima, cuando pensamos, lo hacemos mal.</i></b></span></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><br /></span></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><br /></span></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><span style="line-height: 19.167604446411133px;">Si, es evidente, no hay que salir de las profundidades. Bajo ningún concepto hay que acercarse a la orilla. Para evitar los varamientos. </span></i></b></span><br />
<div>
<div>
<br /></div>
<div>
<span style="font-family: sans-serif; font-size: x-small;"><span style="line-height: 19.167604446411133px;"><br /></span></span></div>
</div>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/q3EqzKDSyTo" width="560"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-53445200247521901332013-08-03T07:49:00.000-07:002013-08-03T11:33:16.712-07:00Más que nada<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><b>Tal vez sea eso, más que nada.</b></i></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><b>Lo que comúnmente llamo tu omnisciente ausencia.</b></i></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>El pasarla sola, la angustia, la pena.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>O las alegrías, que nos dan mil vueltas. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Tal vez sea eso, solo una palabra.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Que se enquista, jode, huye, o me trepana.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>O que leas solo, o no leas nada.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>O que mueras solo, y no veas nada. </i></b></span><br />
<br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>No te escribo del infame que es destino.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Del estéril que amamanta.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Ni del ciego en bicicleta, ni de la vena cava.</i></b></span><br />
<br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Sin palabras te escribo.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Para que las leas solo, o no las leas nada.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Para que las mueras solo, o no las veas nada. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><b><br /></b></i></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><b><br /></b></i></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><i><b><br /></b></i></span>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-15500964369449296372013-02-18T08:06:00.001-08:002013-02-18T13:13:07.697-08:00Bicicleta<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Nunca pude aprender a montar en bici. Aprender era un riesgo para mi. Era caerme. Al principio lo ansiaba, pero luego ya no.Aprender, no el riesgo.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>De todas formas, no me rompí un brazo, pero me rompí un montón de otras cosas en la vida. Muchas veces de manera completamente innecesaria. Como todos. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>¿Por qué algunos nos aferramos tanto al pasado? No lo tengo muy claro, pero podría ser porque el presente no lo percibimos como si lo fuera, y el futuro es horrible. Por la misma razón que miramos películas que terminen bien. Por ilusos. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Un poco como eso otro del arte blablabla. Alguien que se dedique a cualquier disciplina de esas llamadas artística es un miserable desgraciado. Como todos. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Los músicos por ejemplo, se suben a un escenario y tocan y el público cree que son personas que tienen la suerte de hacer algo que les gusta. Se piensa ésto, en general, porque solo es en ese momento que oye esa música, nunca antes, y muy probablemente, nunca más después. Pero es una falacia, el músico ha estado aguantando esas combinaciones de sonidos, una y otra y otra vez, hasta la repulsión. Luego de días de ese "instante mágico que me tocó el alma", siempre hay algún mamerto que dice cosas así, o "¡qué bonito, me he emocionado!", esto en general lo decimos las señoras, el músico sueña con un pasaje o dos, que lo persigue, lo agobia, canta en sueños, lo asesina, lo ahoga, hasta que finalmente lo deja en paz porque su sitio lo ha ocupado otro pasaje tan psicópata como el anterior. Luego está aquello otro, lo de que el arte es algo tan espiritual que no hay por qué pagarlo, parece dar miedo que se ensucie, que se nos cague. A los pintores les pasa más o menos igual, y a los escritores. Y se mueren más o menos de hambre. Como todos. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Ahora que lo pienso, estaba hablando de los riesgos de aprender a andar en bicicleta y romperse un brazo. Una gilipollez en toda regla, teniendo en cuenta que al día de hoy, si uno decide subirse a un escenario es aceptar que te aplaudan y te adulen, al mismo tiempo que ven como te acabas de romper el culo sin que haya escayola para eso y les da igual. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Así que la próxima vez que tenga la oportunidad, aprenderé a montar en bicicleta. </i></b></span><br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/3S-vFuuDoMs" width="459"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-68330824327683365402012-12-27T12:52:00.000-08:002012-12-27T12:54:32.864-08:00Fragmentos <b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"> I</span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;">Nos acurrucamos ambos en el sofá, que era amplio. Como él se arremolinaba demasiado, le susurré entre risitas ahogadas: ¡Quédate quieto!¿No ves que nos lo tiene prohibido?. Nos quedarmos quietos un par de minutos, así, yo le aprisionaba su pequeña mano en la mía. Lo sentí tan pequeño, tan enérgico. Lo abracé y olí sus cabellos. Soy feliz, me dije. Somos felices, rectifiqué.</span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"> II</span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;">Ese instante en que decimos al pasar esa pequeña frase que nos resume páginas y páginas. La frase que me advierte, que me previene. La que no escucho. Hago caso omiso porque me desconsuela. Prefiero pensar que podré. Podré sola. Como si todo dependiera de mi.</span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"> III</span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;">Lo miré y vi que estaba amarillo verdoso. Intenté infundirle ánimos. Le dije que era porque íbamos a mucha velocidad y que pronto, con el aire se sentiría mucho mejor. Cuando llegamos, nos perdimos en el gentío, le pregunté cómo se sentía, me dijo que bien. Me sonrió, pícaro y cansado, arrastrando su maleta pequeña, como él. Esperamos al sol, un rato. Llegaron entonces a buscarlo. Nos despedimos. </span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;">Me quedé dando vueltas, sin saber muy bien dónde estaba. Llamé por teléfono para que alguien me respondiera quien era. Y sin éxito, tambaleándome, decidí volver. Volver por partida doble.</span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"> IV</span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;">No vino nadie. Es lo mejor cuando no estoy. Siento tanto frío que me fragmento. Lo atribuí al invierno, y consulté el saldo que me quedaba de llamadas. Llamé dos veces, pero no encontré a nadie.</span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"> V</span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;">"Ella siempre se lo decía". "¿Le va la marcha?". "Si". "¿Es entonces esa clase de persona a las que parece que les gusta sufrir?" "¡Eso es!"...(Le cambiaría mi realidad, entonces).</span></b><br />
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></b>
<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/PloCJrdJjXY" width="459"></iframe> Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-86458295497590241732012-12-03T07:55:00.002-08:002012-12-03T08:01:58.084-08:00<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/GfkrDfrb5eY?fs=1" width="459"></iframe>
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><b>Entre mis cabellos. Bajo mis uñas. Dentro de mi ombligo. Más abajo. Ahí. Tras mis rodillas. Y subiendo de pronto, en mi labio superior. En el centro de mi torso, en la cruz que formaría esta recta que de haberla, se interceptaría con otra perpendicular que uniera mis pezones pero más hacia un lado. </b></span><br />
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><b>Te vi. No, me vi yo. Tuve miedo. En todos esos sitios. Una y otra vez. Cerré los ojos. Dejé que el dolor me rompiera. Ya no lo siento en verdad, pero por momentos me ha quedado un reflejo, de gritar, quejándome. Pidiendo auxilio. </b></span><br />
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><b>Como he padecido la enfermedad, no se la deseo a nadie. Porque sin darte cuenta, a velocidades descomunales, te inunda y arrasa. Sientes que te asfixias, el corazón parece que va a dejar de latir en cualquier momento, las piernas se aflojan y casi no logran sostener todo el miedo acumulado. En el estómago vacío, late un monstruo que se revuelve. Cuando comienzas a vomitar dudas, la cosa se acelera y confundes control con auto control. Control, la peor droga dura. </b></span><br />
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><b>Cuando se comienza a consumir Control se es completamente inconsciente de los efectos secundarios. Si se está físicamente cerca, se necesita saber exactamente dónde, con quién, qué hace o qué piensa la otra persona. Si se está lejos, uno intenta lo mismo pero a nivel virtual. Es terrible, porque cualquier mínimo cambio en el tipo de letra ya nos está indicando que corremos peligro. Los primeros días le restamos importancia, pero cuando consumimos de manera habitual el control, todo nos parece confuso. Una mota de jersey es un gran amor en ciernes, una palabra con h es el epistolario completo de Goethe, una mirada es la filmografía completa de Alain Resnais, y así.</b></span><br />
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><b><br /></b></span>
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><b>Hace unas semanas, cuando comenzó a notarse la llegada del invierno, y el viento helado me empujaba hacia la rutina, me pareció notar que de todas las drogas que he probado me sientan mucho mejor las alucinógenas blandas. Son más difíciles de conseguir y tienen un efecto que aparentemente dura unos instantes, pero los efectos secundarios son más llevaderos, cosquilleo en el estómago, sorpresa súbita al oír una voz, ternura repentina, etc. Ya que Seguridad no me la puedo permitir, estaba resuelta a decantarme por esas otras. Te lo digo porque no quiero que sufras lo que padecí yo. Sobre todo teniendo en cuenta que entre mis cabellos. Bajo mis uñas. Dentro de mi ombligo. Más abajo. Ahí. Tras mis rodillas. Y subiendo de pronto, en mi labio superior. En el centro de mi torso, en la cruz que formaría esta recta que de haberla, se interceptaría con otra perpendicular que uniera mis pezones pero más hacia un lado, solo estás tu.</b></span>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-7081832200001386502012-09-04T19:02:00.002-07:002012-09-04T19:02:37.713-07:00Donde yacen los corales<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Serían las tres de la tarde más o menos, cuando inoportunamente sonó el teléfono. No se muy bien por qué, respondí. Probablemente porque no tenía que llamarme nadie. Últimamente eso es lo que pasa, nadie tiene que llamarme, así que no me llaman. Hace días que me encuentro en ese estado que no llega ni a la melancolía. No me pasa nada. Tampoco me importó demasiado encontrarme con esa voz conocida del otro lado, tal vez por la abulia que me invade últimamente accedí con tanta facilidad a quedar. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>-¡Mira qué fácil eras al final!- me dije y me reí de mi misma, así, en mis propias narices. Me di cuenta entonces que no habíamos quedado en para qué quedábamos. Eso me perturbó, siempre que quedo tengo que saber para qué quedo. Por ejemplo, si quedo para ir a un bar tengo saber qué es lo que vamos a beber, quiero decir, necesito saber si vamos a tomar café o cerveza, si no se qué es lo que vamos a tomar cuando entremos en el bar, prefiero no ir. Si el convite es para ir al cine, tengo que saber qué película veré. Y si voy a quedar para ir a caminar, necesito saber la ruta. El resto de mi vida es lo contrario. Cuando parece que voy a girar a la derecha, giro a la izquierda o doy un giro de 360 grados y sigo en línea recta. Pero lo de un hecho puntual ¡es tan diferente!. Me puse muy nerviosa y tuve que llamar y preguntar en dónde habíamos quedado y qué íbamos a hacer, pero como me puse tan nerviosa solo pregunté el punto de encuentro y corté .Llamar por segunda vez me ponía más nerviosa, así que me armé de valor y salí. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Para ser verano y ser un día soleado, la temperatura era realmente agradable, cosa que agradecí, porque sufrir de fotofobia y morirse de calor a la vez es algo insoportable. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Lo vi de pie, con las gafas sobre la cabeza leyendo un papelito y me dio un poco de risa la situación. -¡Ah los miopes!- pensé - que no vemos más allá de nuestras narices.- Pero eso me duró un segundo, volví a sentir que no estaba completamente segura si mis dos pies estaban apoyados correctamente sobre el pavimento y mi estómago me dio un pequeño sacudón. Inmediatamente después de que notara que yo ya había llegado tendríamos que saludarnos y eso iba a implicar o un beso en la mejilla, o el abrazo. Temí el abrazo porque luego de un mes era lo esperable. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>El lenguaje de los gestos es magnífico cuando uno tiene de frente una persona receptiva. A menudo me pregunto por qué cuando le estoy sonriendo a alguien simplemente cuando estoy pensando en algo bonito me sonríe también, eso me hace dejar de sonreír , en verdad yo estaba sonriendo porque me agradaba lo que estaba pensando, y una sonrisa del lado de fuera me resulta algo desubicado, fuera de lugar. O cuando me repele alguien y de manera tan evidente me echo para atrás para que ni se me acerque y entonces el otro, receptivo, lo comprende y se me abalanza y se me cuelga del cuello como si estuviera a punto de caer por un precipicio. Eso es claramente el lenguaje de los gestos. No creo en el lenguaje de los gestos en lo absoluto, por eso, prefiero no quedar, aunque sepa a donde voy a ir, que voy a ver y por donde voy a caminar. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Estaba muy enfadada en ese instante, pensé que en cuanto pasara el mal trago del saludo se lo diría sin ningún tipo de preámbulo. Me sonrió y se acercó, yo también me acerqué al punto intermedio y le puse la mejilla para que me diera un besito, pero no me lo dio, y tampoco me abrazó. Me cogió del brazo mientras me bombardeaba a como estás y que tales y luego un chorro de como estaba él y todo lo que había hecho en este mes de vacaciones fuera. Y mientras hablaba y hablaba, yo me estaba preguntando qué es la amistad. ¿Esto es la amistad? pensé, ¿una persona que nos lanza un montón de anécdotas completamente inconexas y que espera que lo estemos escuchando?. Me sentí fatal y me di cuenta que no estábamos yendo a mi parecer a ninguna parte así, así es que le pregunté a dónde íbamos, interrumpiendo de paso lo que me estaba contando que no se lo que era. Ni me escuchó. Tampoco me respondió y siguió arrastrándome del brazo fuertemente. A los cinco minutos habíamos llegado a las Vistillas. Por fin me soltaba el brazo y se callaba. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>No sentamos en ese sitio desde donde se puede ver el cielo y un Madrid más abajo, desparejo. Me sentí mejor, estaba en un sitio que me resulta familiar, voy casi cada día por allí y aunque no tengo tiempo de sentarme y mirar nada, es mio. Pero bueno, digamos que tampoco era necesario para mi estar allí en ese momento. Y me pregunté dónde me hubiera gustado estar entonces, y me respondí, y me dolió. Me volví a mirarlo, estaba sentado mirando al vacío, con sus codos hacia arriba como sosteniéndose la nuca con las manos detrás, y mascaba un pastito que no quise ni pensar de donde lo había arrancado. -Es guapo, pero vaya payaso- acordé. Vio que lo estaba mirando y escupió el pastito, inmediatamente me sonrió con cara de golfo para luego preguntarme:- ¿te sientes feliz?</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Dudé y no respondí. Me sumergí en mis propias dudas, en pequeños fragmentos de recuerdos. Y volví porque lo oí aclararse la garganta y decirme:- míralo desde este punto de vista, eres bastante joven aun, bastante bonita, tienes bastante trabajo y eres bastante independiente, tienes un hijo maravilloso, buena salud, tus amigos nos preocupamos bastante por ti, nos gusta bastante lo que escribes, y hasta tienes un hombre lo bastante lejos para poder quererte bastante. Todos los bastantes que no tengas puedes conseguirlos, no veo el problema. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>No dije nada. Desde ese punto de vista que me mostraba, yo no podía defender el mío sin parecer egoísta y ambiciosa. Llevo muchos años siendo así por eso se que hay veces que hay que buscar algo que decir, de cualquier sitio, debajo de una piedra si es necesario, pero quedarse sin hablar es como estar desnudo. Así que hice uso de un recurso del que abuso, la pregunta retórica: -¿y tu? ¿te sientes feliz? - le dije, y no lo miré, por aquello del lenguaje de los gestos en el que no creo. Hice muy bien, porque me respondió:- ahora mismo, si. - Seguí con mi vista clavada en aquel mismo punto, y supe que ya no sonreía. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Pasaron unos minutos, diez, quizás más, yo tenía que regresar a todos mis bastantes, para poder seguir manteniéndolos, no sea cosa que al descuidarlos ya no sean bastantes y pueda a comenzar a explicar por qué no soy del todo feliz. Iba a despedirme cuando me apartó el pelo de la cara y me lo puso detrás de la oreja, fraternal y tan suave, que parecía temer que se pudiera malinterpretar el gesto. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>-¿Sabes? Hay momentos en los que me parece añorar algo que nunca tuve, y que no se exactamente qué es. Y es muy frustrante, porque cómo se puede añorar algo que nunca se tuvo.- dije, y asintió. -Por momentos, no siempre, anhelo el fondo del mar, allí, donde yacen los corales.-</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i>Poco después nos despedimos. Y no me hubiera importado que nos diéramos un abrazo, pero en lugar de eso, me dio un pequeño pellizco en la punta de la nariz y pareció dejar de verme completamente, mientras se abrochaba una chaqueta y cogía el casco de la moto. Me quedé de pie, mirándolo con el ceño fruncido, y casi sin mirarme me extendió el casco del acompañante, divertido. Cuando me apee en la puerta de mi casa ya me sentía notablemente mejor, le hice quitar el casco para darle el beso en la mejilla que me debía del encuentro, y me abrazó, mientras me decía al oído: -¿tu crees de verdad que ese hombre no te echa de menos? Él si debe sentirse en el fondo del mar...-</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span>
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/UtFKnxg7HzY?fs=1" width="459"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-52961706819683349272012-07-15T07:13:00.002-07:002012-07-15T07:20:15.334-07:00Pequeñas muertes<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<b><i><span style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"></span></i></b><br />
<div style="font-size: 11px; line-height: 16px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="font-size: 22pt;">Leí hace un tiempo algo sobre el orgasmo.
Algo así como que el orgasmo era una pequeña muerte.También leí otra cosa
sobre la inmortalidad de las obras de arte. No recuerdo muy bien, pero dicho
con mis palabras , era algo como que el artista moría pero su obra trascendía y
por ende, trascendía la obra de esa persona más allá de su muerte. Supongo que
por eso se suele decir que el arte es inmortal o trascendente. </span><span style="font-size: 22pt;"><o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="font-size: 22pt;">A mi me interesa mucho más lo del orgasmo. Lo reconozco, se
debe en parte a que suelo escribir chorradas y tocar obras que si han
perdurado, lo seguirán haciendo a pesar de mis buenas intenciones.</span><span style="font-size: 22pt;"><o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="font-size: 22pt;"> Las buenas intenciones son muy peligrosas. Las ideas
también. Creo que las ideas son más comprometidas que los ideales. Los ideales
son una especie de compendio de ideas, que para ser reunidas han tenido que
pasar por diversos filtros, las ideas son fogonazos individuales que si llegan
a ser singulares y gozar del cierto privilegio de la novedad y la buena acogida
de otros individuos, estos comienzan a sentirlas propias y puede llegar a
convertirse en hechos. Los hechos. Los hechos narrados, escritos, también
trascienden. Pero en algún momento tuvieron que morir, es decir, murieron en el
mismo instante siguiente al que ocurrieron. </span><span style="font-size: 22pt;"><o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="font-size: 22pt;">Te estoy escribiendo esto porque hace un año que te estoy
queriendo. Quería que supieras exactamente lo que estoy pensando en este
momento. Por esta necesidad de la que hablaba en el primer párrafo, la de
trascender más allá de las pequeñas muertes de los hechos del instante. </span><span style="font-size: 22pt;"><o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="font-size: 22pt;">No se muy bien si mi vida es vertiginosa y busco la
quietud, o por el contrario, mi vida es quieta y la vivo de manera
vertiginosa, o alguna otra cosa que no se me ocurre o no percibo. </span><span style="font-size: 22pt;"><o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="font-size: 22pt;">¿Te has encontrado alguna vez en un sitio lleno de ruido
intentando hablar con otra persona y no poder oírla tan siquiera? Yo
escapo de eso. Busco poder oír lo que me dicen, leer lo que me dicen.
Poder oír lo que me digo yo, poder leerme. </span><span style="font-size: 22pt;"><o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="font-size: 22pt;">Vamos a suponer que por alguna causa, dos personas, ajenas
a mi persona tienen una vivencia conjunta de la cual se deriva un
hecho determinado. Y vamos a suponer que una de esas personas me cuenta la
historia desde su perspectiva y percepción. En el momento en el que yo
abro los oídos, y escucho la historia, comienza a forjarse lo que será una
tercera perspectiva y percepción de la historia en cuestión, ninguna de las
tres percepciones tiene por qué ser verdadera, o mejor dicho, no es la verdad.
Tampoco busco la verdad, quiero decir, si buscara la verdad,
realmente sería una ingenua. No, yo me busco a mi misma, a mi
propia percepción. La percepción consciente de hechos vitales. Por
otro lado, vivo. Siento que necesito llegar a altos grados de
percepciones conscientes para luego lograr desprenderme de ellas cuando
yo lo quiera. Por ejemplo, cuando estoy contigo. Cuando solo somos tu y yo.
Cuando no hay historia aparente o narrable. Cuando tengo un orgasmo
contigo. </span><span style="font-size: 22pt;"><o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="font-size: 22pt;">Supongo que comprenderás que lo que te estoy relatando
ahora mismo es algo muy claro. O por ahí no, por ahí lo concibes retorcido.
Pero detente un instante, entorna los párpados y deja que tu mente evoque ese
momento en el que sonrío, mientras una rendija de brillante luz se filtra por
entre tus párpados, como aquella primera vez que mis palabras, que no hacían
otra cosa que intentar describirme, te encandilaron. </span><span style="font-size: 22pt;"><o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="font-size: 22pt;">Yo soy más o menos como todo el mundo, con mis
peculiaridades. Y por momentos, creo que soy feliz. </span><span style="font-size: 22pt;"><o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><b><i><span style="font-size: 22pt;">Más allá de las infelicidades, de las pequeñas muertes, de
la distancia, de las diferencias, de que tu hayas necesitado encandilarte para
verme y que yo haya necesitado cerrar completamente mis párpados para
percibirte y luego abrirlos con otro panorama completamente diferente, desearía
seguir compartiendo tantos buenos momentos contigo. </span><span style="font-size: 22pt;"><o:p></o:p></span></i></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</div>
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/N2YMSt3yfko?fs=1" width="459"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-72344415076726857412012-06-09T15:09:00.001-07:002012-06-09T15:09:25.913-07:00<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Violeta estaba escribiendo a oscuras, vestida. Esto último debe ser acotado ya que es común que escriba en semi-pelotas en la cocina, un recurso expresivo como otro cualquiera. </span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br /></span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Escuchaba Purcell porque estaba pasando por un momento un poco sombrío de su novela, y Purcell la transportaba hacia el dolor. Debería haber mirado simplemente hacia donde deambulaba Milady, a oscuras. Tuvo que hacerlo al fin. Presa de la desesperación, Milady le pidió que quitara la música "¿No te das cuenta que me hace daño?". </span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br /></span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"> La miró intentando verla, y sin quitar la música, jugando a adivinar, tentó: "ah, otra vez el pequeño hombrecillo calvo.Francamente no se cómo no te has aburrido aun." Fingió seguir escribiendo, esperando la reacción, que al brillar por su ausencia, la hizo temer , que posiblemente esta vez, hubiera llegado el aburrimiento o algo mucho peor.Se sorprendió al encontrarse con la imagen de una mujer sombría, oscurecida por las dudas y el dolor. El dolor, ese duende escondido tras las alegrías, unas hadas bromistas que siempre tienen que irse de vacaciones a lugares remotísimos.
De no haber sido Violeta como era, de haber podido, la hubiera abrazado, le hubiera dicho al oído que no se preocupara, que el sufrimiento, cuando aun se es joven y bella, carece de sentido común.Todo se quedó en eso, un pensamiento sin compartir, un cúmulo de sentimientos sin compartir, que es justamente lo que causa tanto dolor en una ruptura. "Bueno", acordó consigo misma, "tampoco interesa que se lo diga, para eso tiene a la bandada de zánganos alrededor que llaman por teléfono todo el santo día, y que parece que es lo único que han aprendido a decir". Estaba enfrascada en estas disertaciones cuando de pronto, Milady comenzó a sollozar. "Bua! Lo que me faltaba, que me de el coñazo con estos ataques de histeria mujeriles y no dejarme escribir" y sin darse cuenta se le escapó un: "¡Deja de preocuparte ya! Se enamorará de ti en cuanto lo dejes, como les ha venido pasando más o menos a todos los inútiles anteriores." </span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">El efecto fue francamente negativo, los accesos de llanto se tornaron ininterrumpidos y con grititos alternos con una frecuencia demasiado continua, cuyo resultado daba una especie de hipo que le sumaba un alto componente de ridiculez a la situación.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Se levantó prestamente de la silla y acercándose a su dolorida amiga, le dio una palmadita en el hombro, felicitándose por ser tan conocedora de lo que es conveniente hacer en estos casos y le dijo: "Tienes razón, tienes razón, no es buena idea dejarlo, ya no necesitamos que haya ningún enamorado en pena más dándonos la lata por aquí, llamándonos a cualquier hora. Casi que es mucho mejor arreglar las cosas.Dime, ¿qué ha pasado ahora? Ha desafinado más de la cuenta en el último concierto al que has ido a oirlo, regalándole tu maravillosa presencia? O tal vez, ¿has sentido celos?" </span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"> No obtuvo como respuesta más que más hipos y sonares de mocos, y palabras entrecortadas entre las que pudo intuir el clásico pero nunca pasado definitivamente de moda :"no me quiere como quiero que me quiera". Violeta tuvo que esforzarse para no reírse a carcajadas de la situación. Le resultó tan sorprendente el notar que pudieran cohabitar en una casa tan pero tan pequeña, que parecía casi un mismo cuerpo, dos mujeres tan diametralmente opuestas.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br /></span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br /></span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"> Y haciendo un pequeño intervalo en la acción, yo les pregunto a los lectores, de manera retórica: ¿no han logrado percibir en incontables oportunidades, qué las mujeres, cuanto más nos dediquemos de lleno a cultivar nuestra inteligencia analítica, no logramos otra cosa que producir un quiebre con nuestra inteligencia intuitiva y emocional, y para no morir, estas partes se dividen y crecen buscando la fortaleza, para poder de esta forma contribuir al equilibrio,convirtiéndonos, de esta manera en hidras? </span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br /></span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"> Al fin, Milady, terminó con las llantinas y pudo concederse a escuchar el cerebral discurso de Violeta, que dijo estas espontáneas palabras: "Encuentro verdaderamente penoso, que ese pequeño hombrecillo cuya mayor habilidad es tocar esos dos cajones que en la antiguedad eran llamados instrumentos, el uno con una manivela de automovil pasado completamente de moda y el otro a base de unas teclas para enanos de los bosques y un muelle de atizar el fuego, que escuchados individualmente pueden causar efectos variados en un rango que abarca desde el somnífero, hasta la enajenación momentánea, y comprendo, con dificultad, pero lo hago, que esta peculiaridad te parece algo rarísimo, irrepetible, y muchos otros adjetivos que lo dejarían bien parado, si fuera un ser mitológico, pero lamentablemente, es real. Existe, es pequeño,calvo, ostenta una gran tripa de cerveza, que no discuto competirá en tamaño con su gran corazón pero casi seguramente, serán ambos inversamente proporcionales a su pene. Tampoco importa esto demasiado, porque algunas mujeres como tu, son tan magníficas que logran hacer casi magia en la cama, así que le restaremos una importancia intrínseca en la cuestión. Lo que realmente es importante en estos aspectos, es que desde hace mucho tiempo, siglos, las mujeres estamos acostumbradas a adquirir. Queremos adquirir joyas, vestidos, enseres de todo tipo, incluso como si juntar tanta mierda no nos fuera suficiente, queremos "un marido". A menudo lo conseguimos, mucho antes de darnos cuenta que son, en su gran mayoría, objetos completamente vanos. En la antigüedad una los conseguía como proveedores de alimento, techo, y de toda la lista anterior de caprichos y claro está eran bastante necesarios para obtener un placer sexual momentáneo que inevitablemente, nos premiaría con la procreación. Es verdaderamente magnífico que los tiempos hayan cambiado tanto nuestra situación, y que penoso es para ellos, ya que no solamente no los necesitamos, también nos podemos sentir muy afortunadas de poderlos ver en su verdadera magnitud. Te digo todo esto para que no sufras por algo que no tienes la menos necesidad de conservar si te ocasiona el más mínimo trastorno, no lo necesitas, si te gusta, consérvalo el tiempo que creas conveniente, pero no lo ames, tampoco es verdaderamente necesario, quiérelo si, pero no pierdas demasiado tiempo, en general son muy egoístas y bastante tontos, no ven más allá de sus propios miedos, lo que les hace ser al final de sus tiempos penosamente infelices, por su naturaleza inútil. El amante es el mejor animal de compañía al que una mujer puede aspirar por un período de tiempo variable y deshacerse de él sin necesitar de la eutanasia." </span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Volviéndose, encontró a Milady nuevamente rozagante, con su cascada de rizos negros, que enmarcaban en su cara oval una medio sonrisa que la convertían en un verdadero imán para un sin número de palurdos disminuidos, antes tan bien descritos.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"> Por eso, señoras y señoritas, pueden llorar si lo desean, es muy bueno para limpiar los lagrimales, y prevenir las bolsas bajo los ojos, pero en todo caso es conveniente hacerlo con fines terapéuticos, y siempre acompañarse de dos pequeños espejos, para mirar nuestro exterior e interior y sacar nuestras propias conclusiones de quiénes deberían realmente llorar, cuando ya no deseemos adquirirlos.
</span></i></b>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/pqwBB8Nut4s?fs=1" width="459"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-25670599744571070932012-04-27T18:51:00.001-07:002012-06-09T12:58:11.821-07:00<b><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Hay veces en las que es mejor quedarse sin saber. </i></span></b><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><b>Me sorprendió tu interés por el cómo. Aunque puedo suponer que luego te preguntarías el por qué. Pero déjame que te diga, que el cómo era algo que carecía totalmente de sentido estético, era algo chabacano. Pero el por qué no lo era. Imagínate que un día te levantaras, fueras a mear y luego te miraras al espejo y te preguntaras qué soy. Y sigues un poco más allá, y te encuentras una imagen vacía, que no te responde nada, solamente te mira, como si en verdad te conociera desde siempre. Luego sales a la calle y todo te da exactamente igual. Regresas a casa y escuchas una música emocionante y no sientes nada, absolutamente nada. Careces de deseo. No te emocionas. No tienes miedo. Todo es neutro. Lo bello y lo horrible sin ninguna franja que los divida. </b><b>Eso me pasó a mi. Lo único que me parecía no haber perdido era la imaginación. La capacidad de crear. Quería crear un sistema para que los hombres amaran. Hacía unos años, había desarrollado una serie de investigaciones sobre el aprendizaje de la lectura musical. Se que si te lo explico, me comprenderás, porque tu has estudiado la teoría musical como yo, incluso más. Supón que lo que yo buscaba era que la gente que viniera sin saber el código en absoluto, es decir, que llegaran y vieran una partitura y no la diferenciaran de una página escrita en chino, en un año tocaran. Eso buscaba yo. Pero había una cosa más que yo no quería, no quería hablar. Lo que quería exactamente era, que entraran a la clase, se sentaran o se quedaran de pie, y en la primera hora de clase aprendieran a sostener el instrumento, soplar y contar, todo a la vez, evitando todo tipo de explicación intrínseca. No porque no pudiera explicar, eso a mi se me daba bastante bien, luego de años de didáctica, etc. Pero no quería, había llegado a la conclusión de que cuando hablaba, estaba premasticando la emoción. Cada clase era para mi un reto, todavía lo es. El primer problema que me encontré era el prejuicio de que hay que saber todo sobre algo para poder comprenderlo y reproducirlo. Me llegaban alumnos con unas listitas de tres a diez preguntas. No te das una idea de cómo me fastidiaba, no por que me preguntaran algo, si no porque estaban estor</b><b>bando en mi investigación, si yo explicaba, me estaba haciendo trampa a mi misma. Opté po</b><b>r marearlos, es decir, el que venía con tres preguntas, se iba a casa solo con una a medio responder, ya que me pasaba los sesenta minutos íntegros de la clase en los prolegómenos. La clase siguiente regresaban como la clase anterior, con el papelito, y yo, efectivamente, tenía que retomar la explicación y perdíamos una segunda clase. Se aburrían soberanamente. Recuerdo que hubo uno que llegó la tercera clase, sacó el papel tímidamente y me miró aterrorizado. Cogí el papel, lo miré, lo hice un bollito y lo eché en la basura, luego, le dije: toca. Siempre me arriesgué, a que no volvieran, pero volvieron, los que me interesaban. He sido muy afortunada. Soy atea, así que lo atribuyo al destino. Qué pasó con el que traía el papelito que terminó en la basura, pues muy simple, se dedicó a tocar, en tres meses tocaba melodías sencillas, pero de manera bastante fluidas. No soy alquimista, no puedo convertir oro de una piedra, pero tampoco busco eso.
Retomando lo anterior, el sistema para lograr que los hombres amaran, fue un fracaso. Por un motivo muy sencillo,la que no amaba era yo. Supongo que había amado, pero no había sido correspondida, incluso habiendo llegado a convivir con ellos, no me habían amado. Por eso negué durante mucho tiempo que existiera el amor, eso era lo más fácil. Pero eso lo veo ahora, en ese momento, no lo veía, la imaginación y la omnipotencia, podían más. Así que utilicé a un hombre para el experimento, uno al que conocía bien. Un cínico. Comencé el experimento con él. Eramos amantes, así que lo tenía relativamente fácil, lo vacié. Lo agoté. El tío estaba exhausto. Recuerdo que un día, lo hice venir a verme tres veces. Para eso me tenía que inventar una cantidad de historias de lo más retorcidas que terminaban más o menos igual. Pero claro, tomé consciencia que un solo sujeto no me podía asegurar el éxito, necesitaba más. Así que acumulé tres, más o menos, es decir, de pronto eran cuatro o cinco, pero no tenía tanto tiempo, y me centré en tres. Tres que tenían un perfil de alguna manera similar, es decir, eran tíos que tenían exacerbada la parte sexual, y completamente empobrecida la parte afectiva. Como yo. Las idas y venidas se volvieron insostenibles, estaba completamente agotada y anémica, y las cosas comenzaba a parecerme que se me iban completamente de las manos, no había sido lo suficientemente lista como para buscar tres tíos que no se conocieran, y era un verdadero caos. Me sentía terriblemente frustrada, llamaban a cualquier hora,se escribían entre ellos, se peleaban, etc. Así que tomé la determinación que debía pasar a la fase siguiente. Les había mentido, les había dicho que lo que yo buscaba, era tener un grupo de amantes que no pretendieran tener una relación afectiva conmigo, y que fueran amigos entre si. Al comienzo les había parecido una idea brillante, pero con el tiempo ya no estaban tan seguros. En verdad, lo que les había pa</b><b>recido fenomenal en un principio, era que a la pregunta de(y te va a divertir esto, pero los tres por separado me la hicieron): ¿Podemos tener otras amantes? A lo que yo les había respondido: por supuesto que si, de eso se trata, de la "libertad". Que inocentes, al mes de comenzar estaban todos tan cansados que no podían casi ni ir a trabajar. Pasé a la segunda parte del estudio del método. Corté con los tres. Les dije uno a uno, que no nos veríamos más. Por supuesto, no les dije que había cortado con los otros, es decir, corté de manera individual, y los dejé que pensaran lo que quisieran, pero agregué: pero no te preocupes, seguramente tus otras amantes, estarán mucho mejor atendidas.
Luego, me senté a esperar. Me llamaron los tres. Me di cuenta que sin querer, les había creado una necesidad, y que en verdad lo que tenía que hacer era, cambiarla. Así que me llamaban por teléfono, venían a visitarme, o salíamos, cenábamos juntos, me contaban sus historias, yo les contaba las mías, y luego, si se había hecho demasiado tarde, los invitaba a que se quedaran a dormir conmigo, con una única condición, que no tuviéramos sexo. Y te preguntarás, a todo esto, que sentía yo. Pues yo, no sentía nada. Me había dedicado a estudiarles las reacciones. Conocía sus historias, sus obsesiones, sus temores, y si, les había cobrado un cierto afecto, pero nada más. Me alegraba si les salía algo bien, y me apenaba si tenían problemas, incluso familiares, pero cuando se iban, no me recordaba de ellos. Esto duró, no se exactamente, unos tres o cuatro meses, tal vez más. Y finalmente, mientras seguían las peleas, uno, se desmarcó y me dijo: te quiero.Y me pidió que dejara a los otros dos. Que ya no eran dos, porque uno de ellos era demasiado insistente con el tema sexual y no me servía para nada. Le dije que no, y corté definitivamente con él. El tercero y último, que estaba bastante a gusto con la situación y que parecía creer que iba a durar toda la vida, aunque tenía arranques de celos completamente injustificados para la manera en que estaba planteada la cosa, se encontró por última vez conmigo y cuando le pregunté si me quería, me respondió que no, a lo cual, le dije que lo dejaba para siempre. Lo curioso es que mintió. Un tiempo más tarde, me llamó y me lo dijo. No tuve valor para contarle lo que te estoy contando a ti. </b></i></span><br />
<b><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i> Te conocí, digamos por correspondencia, en la primera fase de mi experimento. Me sorprendo al recordar aun, como durante una de nuestras primeras cartas, la que te escribí al notar un ligerísimo cambio de estado de ánimo en ti, que en ese momento supuse de manera equivocada que era una tendencia a la melancolía, el oirme una voz interna diciéndome a mi misma: con este hombre, no querrías jugar jamás, y tampoco podrías. Viniste a conocerme cuando yo había dado por terminada la charada. </i></span></b><br />
<b><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i> Hemos sido muy afortunados. Entre tu y yo, las cosas suceden de una manera tan distinta. Y cuando me miro al espejo por las mañanas, ya no me pregunto qué soy.</i></span></b><br />
<br />Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-26723462428758703732012-04-04T17:03:00.002-07:002012-04-05T15:38:56.494-07:00Carlota<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Hace aproximadamente un año, por esas casualidades de la vida, trabé amistad con Carlota. No me cayó demasiado bien al principio, probablemente porque percibí enseguida su mal humor, camuflado tras una sonrisa radiante, esa eterna candidez del hemisferio sur que viene, en general, acompañado de unas nalgas generosas y firmes que adornan el resto de sus apariencias resultonas. Luego la fui conociendo mejor, y me di cuenta que en Carlota, el mal humor estaba más que justificado. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Me pasa de todo, me refirió un día de lluvia, estoy rodeada de torpes. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Tenía razón, había tenido tanta mala suerte en el amor, que entre sus anécdotas, narradas a borbotones, adormilándome sin remedio, lograba visualizarla como una flor de cactus. A veces me preguntaba por qué Carlota había sido tan infeliz en el amor, por qué solo había encontrado pinches en su camino, me consolaba pensar que era feliz a pesar de. Es curioso encontrarse muchas veces con gente que no han tenido en sus vidas más que adversidades y, sin embargo, viven con alegría, con emoción como si todo, o casi todo fuera maravilloso. En uno de nuestros encuentros me habló de su ex marido, un verdadero monstruo, del que se había divorciado porque la maltrataba. La joya, el último verano, había secuestrado al hijo de ambos para finalmente devolverlo, supongo yo que porque el niño tenía un temperamento que desgastaba. Le pregunté que por qué no lo enviaba a la cárcel, quitándose así, al menos, un engorro de encima, y me respondió ausente, que eso, también sería un engorro.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Fomento las amistades erráticas y dejamos de vernos por un tiempo, hasta hace unos días, que creí verla frente al escaparate de una tienda y como no era ella, decidí llamarla para ver qué tal iba su vida. Se alegró mucho al oírme, o eso quiero pensar, porque con Carlota, nunca se sabe.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Nos encontramos en un café, y luego de ponernos al tanto de lo que nos había acontecido en el tiempo de stand by, sonriendo me dijo: conocí a un hombre. En un primer momento no supe si alegrarme o agarrarme la cabeza. Otro cactus, se me escapó. La divirtió el asunto, y le tuve que explicar mi teoría de la flor de cactus, rodeada de pinches. Casi sombría, lejana de su sonrisa rutilante, murmuró: no... Y quedando tácito el pero, la miré interrogante.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>¿Sabes qué pasa?, prosiguió, hay pocos hombres que comprenden a las mujeres, y ésto, me parece, que se debe a que no tienen el menor interés en comprender. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>En este punto, ya no tenía la menor idea de hacia dónde iba la conversación, creo que me distraje porque al decir ésto, Carlota agitó la cabeza y apartándose el cabello con coquetería, dejó a la vista una de sus orejas en la que llevaba un pequeño zarcillo con forma de flor. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>¿En comprender qué cosa? Pregunté, con la esperanza de que repitiera así, el quid de la cuestión.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Muchas cosas, imagínate, que tu y yo tenemos una relación. Nos queremos, y aunque no tenemos ni idea hacia dónde nos dirigimos con exactitud, lo cierto es, que vencemos las distancias, los obstáculos que se nos presentan, y seguimos hacia ese sitio incierto. Incluso, habiendo sido antes, maltratados, ofendidos, engañados, no nos importa, vivimos el presente como si nunca nos hubiera pasado todo aquello. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Seguía sin comprender, es más, me parecía que lo que me contaba, era hasta alentador, mi linda amiga a la que habían, engañado, maltratado, y estafado una y otra vez, se enamoraba de un hombre que la correspondía, y él, que parecía haber podido superar que su ex mujer le pusiera los cuernos con su mejor amigo. Un canto a la esperanza. Me estaba contando todo esto y volqué el segundo café. La observé frenética limpiar la mesa y me di cuenta que había algo que la inquietaba. Una discusión mal entendida, me dijo luego. No quise preguntar, de todas formas, no era mi problema en verdad.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>La acompañé al metro, y mientras caminábamos, en un Madrid otoñal en plena primavera, me confesó:</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Me aterroriza el hecho, de que los hombres no comprendan que el corazón de una mujer es tan sensible como un pezón. Que cometan la torpeza de dejar la puerta abierta a otros, interpretando el temor que ésto genera por la indelicadeza, con una escena de celos. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>No se a qué se refería, pero supuse que era algo muy importante e intrínseco. La próxima vez que la vea, espero que no lleve pendientes.</i></b></span><br />
<br />Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-53707528767350307902012-03-17T17:21:00.001-07:002012-03-17T18:12:02.282-07:00Una descripción física.<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Milady le abrió la puerta a Benigno. Benigno hacia días que se encontraba, durante las clases, desconcentrado, cabizbajo, y de color gris. Ausente completamente, casi logra fastidiar a Milady que suele tener una paciencia china, o japonesa, depende del día. Como no veía mejoras en Benigno al recibirlo, antes de comenzar la clase, cogió una pequeña campanilla que se encuentra junto a otros artilugios sobre un gran mostrador, y comenzó a hacerla sonar alegremente. Cabe hacer un paréntesis y aclarar aquí, que Milady, mas allá de poder parecer un poco loca a quienes no la conocen, en verdad, es loca. Pero seamos sinceros, quién no es loco, o mejor dicho, quien es cuerdo. </i></b></span><br />
<div>
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Milady conoce a Benigno desde hace tres años. Tiene su perfil catalogado desde hace bastante en la carpeta: demasiado diferente. Le tiene aprecio, pero más de una vez debió morderse la lengua. En esa carpeta solamente tiene, al día de la fecha, tres personas. Ya ha aprendido a ser más cuidadosa, y no opinar nada en especial. </i></b></span></div>
<div>
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>¿Qué es lo que puede desagradarle de una persona?Como ella es tan abierta, muchas cosas. La gente cerrada, es limitada hasta para molestarse, en cambio, la gente imaginativa, en cualquier momento percibe algo que no es tolerante para con la humanidad, ideas que son completamente limitadas, o que generan mal rollo, y ahí comienza la inquina, el fastidio, generalmente sin posibilidad de marcha atrás. Como no es xenófoba, le ha pasado con gente de todas las nacionalidades, pero buscando un patrón común, hay básicamente tres cosas que le generan aversión, como si de un mal olor se tratara. La gente del Opus Dei, los franquistas, y la gente que cree que es buena porque hace todo como le dijeron que había que hacerlo. No hay que generalizar, pero tampoco hay que excusar por conveniencia. Tal es así, que cuando supo que Benigno, era hijo de un franquista, a riesgo de quedarse sin alumno, acotó: lo siento, en mi casa, el nombre del generalísimo no se puede pronunciar, es una mala palabra, si no viene junto a otra mala palabra después. Él no solo estuvo de acuerdo, si no, que le refirió una gran pelea que tuvo con su padre a raíz de aquello. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Pero me estoy yendo por las ramas. Benigno, es cabeza de familia, la palabra divorcio, es para él de origen extranjero, cuando ve una pareja de dos hombres por la calle, cree que son amigos, y se ha venido convenciendo desde hace treinta y cinco años, que su mujer, es la mas guapa, la más limpia, la más de todas las mujeres del universo, es más, es la única. Igual que sus tres hijos, que son perfectos.</i></b></span></div>
<div>
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Los padres tendemos a ser muy crueles e inclementes con los hijos. Por un lado los vemos perfectos, pero por otro, no toleramos sus imperfecciones. Noches atrás, Milady, perseguía a su hijo para que tomara una ducha, y el niño, se le escapaba, así que ella, le explicó, que había que bañarse, porque las personas, si no se daban un baño diario, tenían mal olor, y aquello no era sano. Causó esto último mucha gracia al pequeño, que riéndose, dijo:como los vagabundos. Ella se horrorizó, y se enfadó de manera brutal, le espetó con voz gutural y cortante: hay gente que no tiene casa donde dormir, no tiene qué comer, y no puede bañarse porque no puede, no porque no quiere. Tu te ríes de alguien completamente indefenso entonces, ¿cómo te sentirías, si estando completamente indefenso, se rieran de ti?. Dicho lo cual, se alejó por unos minutos. Cuando regresó, lo encontró serio y silencioso. Más tarde, el niño, extendió sus bracillos alrededor del cuello de su madre, a modo de disculpa. </i></b></span></div>
<div>
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div>
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>La hija mayor de Benigno, fue monja de clausura. Luego salió del monasterio y terminó la carrera de psicología que había dejado inconclusa antes de entrar. El del medio es un hijo, que es ingeniero, y calvo. La menor es otra chica, que ha terminado hace muy poco la carrera de Historia del Arte. Son unos jóvenes encantadores todos. Milady los conoce. Bueno, un poco malcriado el del medio, tal vez. Lo malo de criarse pensando que uno es bueno solo con hacer todo como le han dicho que debe hacerse. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>De tres notas que daba el bueno de Benigno, dos no eran las que debían ser. Luego de veinte minutos en ese modo, el hombre, se derrumbó en una silla ante una Milady que lo miraba inexpresivamente, y volviéndose a poner de pie, confesó: tengo un gran problema. Ella lo miró, sin pestañar, sin decir nada, y él continuó con la confesión: ahora, todo parece volver más o menos a la normalidad, pero la semana pasada, mi vida con mi esposa era un infierno, me di cuenta que hace treinta y cinco años que digo siempre que si a todo, que me dice como debo hacer todo y jamás discuto nada, ni tengo derecho a hacerlo, porque si lo hago, ella montaría en cólera. Milady asintió, pero al mismo tiempo, buscó rápidamente esa sensación en su cabeza, a quién conocía así, quién era dictatorial y caprichoso, quién hacía de su voluntad el mundo, y del mundo un infierno. Lo encontró. Siguió escuchando atentamente: la semana pasada hemos estado de boda, se casó la sobrina de mi mujer, que es, como una hija más, y mi cuñada, no invitó al amigo de mi hija mayor a la boda. Milady, por poco aplaude antes de que terminara la obra, cuando escuchó el final, de la anterior frase se contuvo. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Le alegra tanto una boda, no por la boda en si, que le parece una redundancia, ve como una especie de milagro, que en este mundo lleno de gente tan egoísta, dos personas logren ponerse de acuerdo en algo. Y el enterarse de dos parejas en la misma frase, ya le parecía una cosa digna de un aplauso. Pero lo último lo opacó. Para alivianar la tensión, preguntó: ¿Piedad tiene un amigo?Eso es nuevo, que alegría, tu que siempre me decías que estaba tan sola allí, en Burgos, y fíjate, tiene ya un amigo?Es un progreso. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>El otro volvió a sentarse apesadumbrado, y le explicó:es su novio. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>De pronto, Milady se dio cuenta que el problema no era que Piedad tuviera un novio, que el problema era que la familia no lo había invitado a la boda . ¿Y por qué no invitaron al novio de Piedad a la boda?preguntó ya completamente ceñi-fruncida Milady, a quien se le estaba antojando que en esta familia, tan pipicucú, eran todos unos verdaderos mal educados. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>-Es discapacitado.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Silencio. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Otra vez se refugió en la inexpresión, y tuvo que morderse la lengua para no preguntar: ¿Es de izquierdas?</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>-Es enano. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>-Pero...¿es una bella persona?.¿Lo conocen?.¿Por qué no lo invitaron?</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>¿Saben? Cuando explicaba antes lo de la carpeta: demasiado diferente, me estaba refiriendo a ésto. Ésto es ser: demasiado diferente. No me refiero al novio de Piedad, que no conocemos en absoluto, me refiero a Milady y a Benigno, son tan diferentes, que ella le puede estar preguntando algo, y él no comprender lo que ella le pregunta, y él le puede estar explicando algo, y ella no tener ni idea de lo que él le está diciendo. Es como si hablaran dos idiomas diferentes. Y existe una incapacidad en ambos. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>-No, es un monstruo horrible, que anda con muletas, nació con todos los órganos mal colocados, y tiene un carácter dominante y manipulador, hará con Piedad lo que quiera.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Milady, se quedó pensativa unos instantes, hizo una especie de cuadro sinóptico mental con el esquema familiar, la poca historia que les conocía, los ordenó como si fueran un árbol de colores en su cabeza, y dijo:</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>-Mira, como me cuentas ésto, yo puedo tomar dos actitudes: una, es escucharte, y no decirte nada, la otra, es decirte lo que me parece, a riesgo que nos enfademos, porque yo pertenezco a otra generación y a otro mundo, a otra mentalidad.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>El pidió su opinión. Y ella, que estaba un poquito harta de morderse la lengua en los últimos tres años, habló:</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>- En primer lugar, habría que ver si Piedad ama a ese hombre, poco importa si es enano, cojillo, o lo que sea. Si lo ama, tu, y toda la familia de tu esposa, pueden hacerle mil desaires, y no lograran nada más que resentimientos. ¿Que él es dominante?. No me extraña, ella fue monja de clausura,¿cómo crees tu que es la madre superiora?. Y te voy a decir una cosa, a mi me parece, y me alegro que estés sentado, que las monjas son discapacitadas, tienen coño, y no lo usan para nada. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Levantó el mentón en señal desafiante, y prosiguió:</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>-Me parece más riesgoso, el que por el tipo de educación que ha recibido Piedad, se confunda, y vaya derechito al altar con un hombre que no sabe si en la cama le va a funcionar. Lo que piense de él tu familia, sinceramente, me la suda completamente. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Benigno, el pobre, tenía los ojos como dos huevos fritos, y de pronto, casi sin poder controlarse gritó.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>-¡Claro! Eso es exactamente lo que yo pienso, que se tiene que acostar con él antes, y ¡se lo he dicho!, ¡se lo he dicho!¿Y sabes lo que me ha dicho ella?, ¡se ha horrorizado que su propio padre le estuviera diciendo que faltara a lo que se le ha enseñado!</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Se echó a llorar. Milady, le extendió un kleenex, y esperó a que terminara. Se produjo el contacto visual de una manera descarnada, ninguno de los dos estaba mirando a quien tenía enfrente. Y ella terminó:</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>- La vida es muy extraña, por momentos, nos parece que algo es de una manera, y luego resulta que no es lo que esperábamos. Dime Benigno: ¿tu quieres a tu mujer?- El otro asintió.- Sin embargo, la describes como una mujer que te ha venido diciendo durante treinta y cinco años lo que tenías que hacer, y tu nunca se lo discutías para evitar discusiones. Si me guío por lo que cuentas, me imagino que tu esposa es dominante y manipuladora, como el novio de Piedad, pero tu quieres a tu esposa. Yo me preguntaría, si en el fondo, de lo que tienes miedo no es, que Piedad se case con un enano, y que la gente se ría de ella, si no, de que se case con un hombre que le diga todo lo que tiene que hacer, y ella no pueda decirle que no a nada, los próximos treinta y cinco años.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Se quedaron en silencio. Ella se levantó y se ausentó, para regresar minutos más tarde trayéndole un te de jazmines. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Terminó de bebérselo y se despidieron en el umbral, como cada semana, pero esta vez, él, le dio un besito en la frente. </i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Cerró la puerta, y volvió al salón, donde aun retumbaban las voces, encendió un incienso, hizo sonar la campanilla, y abrió las ventanas de par en par, dejando entrar la luz del sol. Se sentó en el sofá, y entornó los párpados, evocando a Sir, de pequeña estatura, calvo, con perfil de patriarca, enfundado en su túnica medieval, bienhumorado y afectuoso. Y se vio ella misma, mirándolo, divertida, ella, la que antes no sabía abrazar.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/qgFJt7RlFzI?fs=1" width="459"></iframe>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-71102140658334495462012-03-12T19:18:00.000-07:002012-03-12T19:18:05.334-07:00Un minuto de silencio por Herbert Strumpf<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Le pareció que le tendían una mano, sin pensárselo dos veces, extendió su brazo y logró aferrarse fuertemente.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Herbert Strumpf era el cuarto de nueve hermanos. Había nacido en el seno de una familia acomodada en la ciudad de... Su padre, el Sr Strumpf , siempre estaba muy ocupado con sus negocios, y cuando no se encontraba de viaje o en sus oficinas, no parecía estar muy al corriente de la existencia de su familia. En cambio, la madre de Herbert, la señora Strumpf, era estúpida. Podría decirse que Herbert, y sus hermanos habían tenido una niñez feliz. El pequeño Herbert tenía un carácter apacible. Era de naturaleza delicada, su voz era tan suave que aunque dijera algo, nadie le prestaba atención. La señora Strumpf, en algún que otro momento de lucidez momentánea, recordaba el parto de Herber, con sus ojos humedecidos por la emoción le narraba a éste: ..."ni cuando nació dio problemas, estornudé y entonces me anunciaron que era otro varón y como me encontraba levemente afectada por la noticia resolví que lo llamaría igual que su padre..." Luego de lo cual, se quedaba mirando a Herbert preguntándose quién era ese pequeño niño que la miraba tan interesado. En cambio, el niño, no comprendía cómo era posible, que el se llamara Herbert, y su padre Franz. </i></b></span><br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Era un estudiante bastante mediocre y no mostraba predilección por ninguna cosa en particular. En este clima de armonía y amor se crío nuestro Herbert, sin mayores sobresaltos. Hasta que un día, la señora Strumpf leyó en una revista, que la princesa Antoncich visitaría los jardines del Parque Bauer ese domingo y decidió con gran alboroto que llevaría toda la prole a pasear para ver el evento. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>El domingo, engalanados todos con sus mejores trajes de paseo, llegaron al parque dos horas antes de que diera comienzo el desfile para poder conseguir ver a la famosa princesa Antonich. Famosa, más que por estar dotada de algún encanto en particular, por sus particulares malas costumbres. Alrededor de las tres de la tarde el parque Bauer se veía poblado de una tupida concurrencia, ansiosa de que comenzara la función. Herbert se encontraba casi asfixiado entre varias señoras que comentaban que seguramente la princesa luciría su vestido de organdí verde aguamarina que era el último alarido de la moda. Segundos después comenzó el desfile, encabezado por una banda desafinada de unos músicos disfrazados de militares, dos de los cuales tocaban la trompeta sobre unos caballos blancos. Luego de media hora de tortuoso preámbulo musical pudo avistarse el carruaje que traía a la princesa mientras saludaba con una naturalidad tan desafinada como la banda que la precedía. Esto duró un suspiro comparado con lo que había durado el número anterior. La gente se fue dispersando tras el carruaje y Herbert se perdió. Como broche de la tarde estaba programado un coro de niños angelicales que formando un semicírculo quedaron prácticamente solos cantando magníficas canciones, mientras todos los concurrentes se encontraban ya en el otro extremo del parque. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Cuatro horas más tarde, llamaron a la puerta de la casa de la familia Strumpf. El señor Strumpf que se encontraba milagrosamente en casa, abrió la puerta y se encontró un oficial de la policía que traía un niño de la mano y que le explicó pacientemente que se habían olvidado al niño en el parque hacía ya unas horas. El señor Strumpf, presa de una gran turbación, dio las gracias al oficial y avergonzado hizo entrar a la casa al niño, al que en un principio no había reconocido, y muy enfadado por tener una mujer que ni sabía cuantos hijos tenía. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Este suceso cambió la vida de Herbert para siempre, como único público del coro, escuchó durante una hora convenciéndose que era cantar lo que realmente debía hacer en su vida. Cantar como los pájaros. Y cuando el coro también hubo desaparecido, dejando paso al canto de los pájaros que gorjeaban el atardecer, oyó tan atentamente los diferentes sonidos que aprendió entonces todo lo que debía aprender.</i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Herbert Strumpf puso todo su ahínco desde ese episodio para crecer lo más rápidamente posible y poder volar lejos de semejante manada de humanos decadentes que le habían tocado por familia. A los dieciocho años heredó una casa de una tía solterona y se fue a vivir allí aprovechándose de que nadie notaría su ausencia. Si bien se lo pasaba cantando todo el día, eran, afortunadamente, todos sordos. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Se acomodó en el piso que desembocaba a la calle del Gran Teatro Schicksal, y cuando veía los sábados poblarse el edificio de blancas luces tomó la segunda resolución más importante de su vida, cantaría en ese teatro hasta morir. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Una semana más tarde, Herbert debutaba con el coro del teatro, era tenor, tenía una voz bien colocada, aterciopelada y etérea, un vibrato sutil y elegante. Había tenido dos grandes maestros, los pájaros, y su propio corazón. Cantó y cantó, vivía para cantar o cantaba para vivir, no es posible saberlo muy bien, y así fue por tres años, hasta que un mal día, el teatro cambió de directores y con los nuevos, vinieron también los nuevos directores artísticos. De la noche a la mañana cambiaron el director del coro. Los miembros del coro se opusieron, los barítono organizaron una pequeña manifestación en las puertas del teatro para que se restituyera al anterior director, luego se sumaron los tenores, y las contraltos, finalmente las sopranos un día que debían haberse estudiado la parte y no lo habían hecho, también se unieron al reclamo. Todos los miembros del coro en repudio de la situación, menos Herbert. Herbert esperaba ansioso al nuevo maestro, en su sitio. Cuando el nuevo director, el Sr Ebner entró en la sala de ensayo y se encontró con Herbert, se quedó atónito y le exhortó: Pero Sr, ¿qué hace ud solo aquí, donde están todos los demás?. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>No obtuvo respuesta, Herbert no tenía la menor idea. Ebner intentando no demostrar lo alarmado que estaba solo en esa habitación con ese loco, salió sin darle las espaldas en dirección a la oficina de las autoridades del teatro para que le explicaran la situación. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>En un par de semanas, todo se había solucionado, el coro había comprendido que no había nada que hacer, que, o se presentaban a los ensayos programados, o perderían el empleo. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Pero para Herbert no se había solucionado nada, no lograba cantar igual que antes. Veía a Ebner en sueños huyendo de él como aquel primer día, dormía mal, y casi no comía. También veía a Ebner cuando estaba despierto, a veces de tanto recordarse de sus marcadas facciones le parecía que estas se le desfiguraban como grandes fauces de un león y lo devoraban. Asistía a los ensayos descompuesto o se descomponía ellos. Nadie notó lo que le estaba pasando. Tuvo que ausentarse de la puesta de Carmen, porque su salud estaba minada. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Curiosamente, el único que notaba su ausencia era el malhumorado Maestro Ebner. Sin sospechar el terror que causaba en Herbert, echaba en falta a ese gran tenor con una gran voz, aunque de una presencia un tanto patética. Al fin, mejoró la salud de nuestro amigo y se reincorporó a su puesto. Y entonces, se le presentó una gran oportunidad, el teatro organizaría pruebas para que los miembros del coro se prepararan para un concurso con la posibilidad de actuar como solistas en la opera Un Ballo in Maschera. Herbert cantó el personaje de Riccardo. Ganó el concurso. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>La noche del estreno, el Teatro encendió las blancas luces del edificio más temprano que de costumbre y Herbert tuvo la extraña sensación que muchas cosas culminaban así, con estas luces. Cruzó la calle para ponerse el traje de Riccardo y que lo maquillaran. Vio a alguna señora demasiado puntual dando vueltas al teatro, y recordó aquella lejana tarde cuando su madre, lo dejó olvidado en el parque al cuidado de los pájaros.</i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Mientras lo maquillaban, oía al otro lado de la pared el cotorreo de las sopranos que discutían sobre si el Barítono en boga, Karl Feldkirch, que cantaría el personaje de Renato esa noche, era el amante de Ebner o no. Herbert sintió un pequeño golpe en el pecho, una especie de sobresalto, pero no podía preocuparse de aquello justo en ese momento, sin embargo, justo antes de salir al escenario, en su cabeza retumbaba una única palabra. Traidor. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>La orquesta comenzó a tocar con mucho énfasis, como casi todas las orquestas de ópera y Herbert , poseído fue Riccardo, también Karl fue un Renato comprometido. La gente aplaudía eufórica escena tras escena, el coro cantaba desaforadamente, también como siempre. El público maravillado ante tanta brutalidad y ausencia de fraseo aplaudió a rabiar al final del primero y segundo acto. Ya en el tercero, los músicos estaban cansado y los del coro se habían bebidos en los intermedios unas cuantas copas, así que bajaron el volumen general y pudo oírse un poco de Verdi. Así, a media máquina, con una oscuridad más intimista, llegó la última escena, Renato mata a Riccardo de una puñalada. Riccardo, en su último suspiro, perdona a toda la concurrencia, es decir, a Renato, a los demás cantantes solistas, al coro, que lo ha hecho fatal, a la orquesta, que no se ha estudiado suficientemente la parte, al director por no ser lo bastante severo, a los padres del cantante por no asistir, y al público por aplaudir cualquier cosa. Pudo verse a la gente, que le encanta que se la perdone siempre, y que no siente culpa de nada, ovacionando de pie varios minutos. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Ya de pie, Riccardo, quiero decir Herbert, luego de recibir sus aplausos, se perdió entre el tumulto de detrás del escenario, buscando a Ebner. Pudo verlo escapar hacia el edificio interno del teatro y lo siguió, sin darse cuenta que alguien también lo seguía a él. Le dió alcance en el primer piso y cuando estuvo frente a él, no supo muy bien qué iba a decirle, pero el otro rompió el silencio primero: Strumpf, has estado magistral, te auguro un futuro prometedor, tienes una voz prodigiosa, en el escenario te transformas.</i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i> Le dio la mano y sin darle tiempo a pronunciar ni media palabra, se dio media vuelta y se fue, dejándolo, una vez más, sin darle opción a nada. Herbert, se coló en uno de los salones que se encontraba abierto, y abrió de par en par una de las señoriales ventanas, miró la luna y sintió cómo se le acrecentaba el nudo en la garganta. Le pareció sentir a sus espaldas un movimiento, un rozar de telas pesadas, pero no se volvió, oyó varios pasos tras él, y de pronto sintió un profundo calor en su espalda, volvió a mirar la luna blanca y le pareció que le tendían una mano, sin pensárselo dos veces, extendió su brazo y logró aferrarse fuertemente.</i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Cuando pudieron enterrarlo, luego de las investigaciones que jamás esclarecen estos raros casos, lo enterraron. Asistieron solamente, un cura, Ebner, que lloraba consternado y se lo oía repetir:cómo es posible, como es posible, el antiguo director del coro, su mujer, y su hijo de nueve años, un niño que había podido oír la primera prueba de Herbert y que mientras el cura leía unas palabras absolutamente carentes de sentido y sensibilidad, escuchaba atentamente los pájaros cantar. </i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Aun hoy puede leerse, en una gris lápida del cementerio de la ciudad de ...: " Herbert Strumpf , solo se sabe que cantó como los pájaros".</i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-8627816203169625342012-03-10T14:55:00.000-08:002012-03-10T15:01:41.551-08:00Al oído<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/HIk8N5xrDKg?fs=1" width="459"></iframe>
<b><i><span style="font-size: x-large;">Esas palabras que uno nunca dice, pero que están allí, flotando en el aire.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: x-large;">Esa música filigrana que se oye tenue.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: x-large;">Esa imagen que en la distancia se nos representa verdadera, suave y trasparente.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: x-large;">Esa imagen que la rescata de su dolor y la hace sonreír.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: x-large;">No se dejó engañar por la fuerte armadura. Con su mano rozó las pálidas mejillas y estrechó sus también pálidas manos, delicadamente, como si de acariciar las alas de un pequeño pájaro, se tratara.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: x-large;"><br /></span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: x-large;"><br /></span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: x-large;"><br /></span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: x-large;"><br /></span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: x-large;"><br /></span></i></b>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-7377832812350021742012-03-03T20:29:00.000-08:002012-03-03T20:35:22.626-08:00Amo sin pensar<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/rK2PnCCpu_A?fs=1" width="459"></iframe>
<b><i><span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Cuando Milady se despidió de Sir, luego de "Dos palabras", sufrió en el camino de regreso, un cúmulo de sensaciones encontradas. Sensaciones que la hicieron replantearse su vida hasta ese momento. Una vida difícil, pero también una vida llena de experiencias de todo tipo. Algunas dignas de querer ser repetidas, y otras, de las que prefería no acordarse porque la hacían sentirse avergonzada de haber sido la protagonista.</span></i></b><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>En su casa, luego de una ducha refrescante y en bata se le apareció en la cabeza una palabra corrosiva. Fidelidad. Desconectó inmediatamente ambos teléfonos, evitando así, las llamadas de Sir y las llamadas de los amantes que había tenido hasta ese momento. Pseudoamantes. Ni ellos la amaban, ni ella a ellos. En todos los sentidos. Tuvo unas cuarenta y ocho horas para rememorar. Curiosamente, haciendo un recuento antropológico, se dio cuenta que con todos estos amantes, no había compartido nada físico. En casi año y medio de vida disipada, había dormido, desayunado, hablado por teléfono, quedado, cancelado, unas cien veces, pero lo que vulgarmente se denomina polvo, cero patatero. Remiró mentalmente semejante aberración, y se encontró con que era exacta. ¿Por qué? ¿Cómo había sido esto posible? ¿A qué se debía que habiendo semejante desfile de exponentes más o menos apetecibles por su cama, ninguno, pero ninguno finalmente llegara a consumar?Muy simple, concluyó, ella estaba pensando en alguna otra cosa. Luego se ensombreció, fue un poco más atrás, cuando no vivía sola, hizo un recuento de las tres ocasiones en las que había convivido. ¿Había sido fiel? Solo a uno. El del medio. Y realmente le fue fiel al monstruo, de tal manera que jamás se le cruzó la idea, ni la imagen de otro en los dos años de catastrófica relación. Jamás.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Soy una mujer infiel, se planteó, sin embargo, si amara...</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Pasadas las cuarenta y ocho horas, se despertó y se dio cuenta que no sabía si podía amar a uno que no fuera un monstruo, pero que lo intentaría, que bien valía la pena probar. Fue entonces cuando llamó a Sir y regresó a verlo, y a partir de allí se visitaron con bastante espacio entre visita y visita, pero con una cierta cadencia. Con la siempre esgrimida teoría de que el que viene sin que lo inviten se va sin que lo echen, no dio ninguna explicación a toda la manga de paletos que la frecuentaban y se los quitó de encima con alguna evasiva mal planteada. Poco a poco fue contando sobre la existencia de Sir a su escaso círculo de amistades reales. Las reacciones fueron muy dispares. A los hombres les pareció fatal y a las mujeres tampoco.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>A unos les pareció que Sir vivía demasiado lejos, a otros que venía poco, a otros les pareció que Milady bajaba demasiado, a unos pocos que Sir era viejo para Milady, y a otros muchos que Milady era joven para Sir, hasta hubo un caso que luego de recibir la noticia se persignó y le dijo algo así:madre de dios, no te preocupes esto se pasará pronto y no te preocupes cuando eso suceda. Ante la buena acogida general, y que Sir era un tipo bastante hermético, la relación no fue llamada de ninguna manera, como si se hiciera un voto de silencio. Se le llamó tácitamente la relación sin nombre. Milady se siguió llamando Milady y Sir se siguió llamando como hasta el momento. Nadie del entorno de Milady sabía como referirse a él, así que nadie preguntó. Y de no nombrarlo, se fueron poco a poco, a medida que iban pasando los meses, olvidando de su existencia, y de pronto, fue como si nunca hubiera existido.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Un buen día, Milady se despertó con una llamada de teléfono, luego revisó su correo y encontró un par de mensajes de origen e intenciones dudosas, por lo claras. Se alarmó, al darse cuenta que el silencio, estaba causando estragos, que ya lo daban por muerto, que si no tomaba las riendas de la situación en un par de días la situación se tornaría insoportable, pero tampoco podía decir que Sir era su novio, porque no se había hablado de que lo fuera en ningún momento, de hecho, parecía haber aversión a que lo fuera, pero no desde fuera, desde dentro. Una cierta distancia, un recordarse siempre que mejor no, y ella miró para otro sitio, no se sabe hacia donde y se olvidó de aclarar nada porque no sabía como hacerlo, ni lo que debía decir.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>En menos de dos días las cosas se volvieron insostenibles.Lo que fue un chichoneo continuo de cara al público, se volvió subterráneo, comenzó a recibir unas tres o cuatro llamadas y mensajes privados cada día, de convite. Harta, asqueada, resentida incluso con Sir, siguió mirando hacia otro lado.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>*******************************************************************************</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Una tarde de sábado seminublado, de esas que invitan solamente a dormir la siesta o jugar a las cartas, encontrándose Milady plácidamente con el hijo en su salón, alguien llamó a la puerta. El niño salió corriendo a investigar quien era el visitante y regresó con un antiguo pseudo caballero que la visitaba con cierta asiduidad en un pasado no muy lejano. Con fastidio, nuestra amiga sirvió el te. El te se alargó cuatro horas, y hubo que servir la cena. Y cuando la sobremesa se alargó otras cuatro horas más, Milady, desesperada, se dio cuenta que no había escapatoria posible. Cuando el pequeño se durmió. Se quedó con el visitante que siempre parecía venir escapado de alguna época remota. Sirvió otro te, y luego de media hora de silencio absoluto por ambas partes, el hombre rompió el silencio: te quiero.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Estaba tan cansada, sin fuerzas, enfadada, incómoda. Lo miró sin inmutarse como si nadie hubiera dicho nada aun.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>¿Dónde está toda mi experiencia al respecto? ¿A cuántos he evitado a lo largo de todos estos años?¿A cuántos les he dicho:me quieres, pues demuéstramelo? ¿Cuántos que te han dicho que te han querido te lo han demostrado realmente?</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i> Sintió ganas de gritar:vete, no te quiero, quiero a otro. Se dio cuenta que esa reacción era brutal y completamente desquiciada, que además en ese momento estaba sola, completamente sola, que estaba sola para afrontar los problemas de cada día, que a veces le dolía la situación, que se sentía despreciada. Se sentía despreciada por todos, por los que le decían te quiero y no lo demostraban y por los que no lo decían o si y se lo demostraban a medias. En los últimos días Milady había necesitado un abrazo.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Volvió a mirar al extraño al que conocía, moreno, bien plantado, un poco estúpido. Sonriendo, le respondió finalmente: ¿Sabes? Esta mañana se me ocurrió una extraña idea, que cuando uno no dice nada sobre algo que existe, es como si no existiera, y entonces, luego de mucho tiempo que exista, si uno no lo mira, ni lo nombra, termina por no existir.</i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span><br />
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Dos minutos después lo despedía en el umbral con un hasta pronto, que esperaba ella fuera un año al menos, en lo más recóndito de su sensible corazón. Cerró la puerta y se dijo: menos mal, no era tan estúpido al final de cuentas.</i></b></span><br />
<br />Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-53295337144755758682012-02-20T14:52:00.002-08:002012-02-20T15:07:01.917-08:00<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/NIOcW5UGnjQ?fs=1" width="459"></iframe><br />
<br />
<br />
<br />
Quería contarte algo, a la distancia. La distancia es como una cárcel. La cárcel de la propia libertad. Como la visión. Hay tanto para ver que uno no ve nada. Vivimos rodeados de tantos estímulos visuales que no vemos, tantos estímulos auditivos que no oímos y tantas consignas que no sentimos. De vez en cuando, nos damos cuenta e intentamos revelarnos. Eso es lo que me pasó a mi.<br />
Claro que primero tuve que poder percibir muchas cosas. Miré y no vi nada. No vi nada porque no había nada. Escuché y no comprendí nada. Finalmente intenté sentir y no pude. Se me ocurrió que el error era el orden, y otra vez caí en la trampa y miré a mi alrededor, y todo se volvió oscuro, porque ya no creía.<br />
Solo percibía entre las tinieblas una falsa felicidad, personas engañándose a si mismos y a otros, dañándose y dañando sin darse cuenta. Yo también, pensé.<br />
No se si existe el amor. Pero de existir, no se si podría reconocerlo. Sin embargo, no recuerdo haber sentido antes algo tan parecido a lo que imagino, es mi felicidad.Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-8251411709824800462011-12-05T18:31:00.001-08:002011-12-05T20:43:36.562-08:00<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Qué bien, me voy a tomar un buen vino. Lo pensé y lo escribí, como escribo siempre este tipo de cosas, a modo de exorcismo. No se para qué, porque los demonios no existen. Y pronto recibí el aviso que no me lo bebería sola, muy a mi pesar, se pasarían, como más o menos siempre, se dejarían caer...Así, de manera aleatoria, caprichosa. Hice un último intento telefónico para que el vino fuera solamente para mi.</i></b></span><br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Hace un año que tengo abierta esa botella, así que tan bueno no debía estar, pero claro, no bebo. Pequeño detalle.</i></b></span><br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Es que beber en soledad lo encuentro tan deprimente, que prefiero deprimirme solamente. Aunque claro, cuando me estoy deprimiendo sola, lo encuentro tan francamente entretenido que me da risa. Por qué se aburre la gente cuando está sola. Yo encuentro mi compañía tan encantadora que no concibo eso de tener que salir a aburrirme con otros. </i></b></span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>A veces lo echo de menos, sobre todo ahora, que no se muy bien cómo está, pero como se que lo veré muy pronto, mañana por ejemplo, o pasado mañana, enseguida me distraigo, se me desvía la atención hacia esa melodía, aquella, la que recordé ayer...</i></b></span></div>
</div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>De pronto oí la voz varonil que desde algún sitio recóndito a diez minutos de mi casa me decía: Era una sorpresa, vamos con ella. En media hora estaremos allí. No te preocupes, pedimos unas pizzas. </i></b></span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Como último intento me declaré en camisón ya, pero unas palabras malintencionadas me confirmaron la visita. </i></b></span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Luego siguió una cadena de mensajes de franco mal gusto, con ese humor de mierda que nos caracteriza, que no quieren decir nada, pero que dejan ese tufillo a cosa turbia del pasado, cual zorrino incontinente. </i></b></span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Pensé en el zorrino y me di cuenta que mejor me cambiaba los calcetines antes de que llegaran. Cuando estaba oliendo precavidamente los que me había quitado, tocaron el timbre. Pensé que mientras subían podía vestirme, pero en lugar de eso, los dejé en la puerta y me puse mi bata con flores, me recogí a medias el pelo y me quité un pendiente, pasé por el espejo antes de bajar las escaleras y me pregunté: ¿Parezco casual? Me demoré en elegir alguna respuesta del múltiple espectro que se me presentaban como posibilidades, volvieron a timbrar. Me puse muy nerviosa, así que me senté en el rellano de la escalera para recobrar fuerzas antes de decidir si abría en un minuto o los hacía esperar un poco más. Finalmente cuando llegué al telefonillo, ya habían llamado unas siete veces.</i></b></span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Al abrir la puerta, me había olvidado para qué venían exactamente. Pero como soy una persona muy sociable, disimulé.</i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Al fin y al cabo de eso se trata la vida social, de ser el que los demás esperan que uno sea, y el ser uno lo menos posible, para que no lo jodan. Estaba reflexionando sobre esto cuando me di cuenta que no les había ofrecido el vino y comprendí por sus miradas azoradas que eso no era lo que esperaban encontrar. Me sonreí y los invité a sentarse, ya tendría tiempo de fingir haberme olvidado del vino. Hay algo de encantador en ser un pésimo anfitrión, hace que los invitados automáticamente tengan que pedir quitarse los abrigos, preguntar si se pueden sentar, ir a la cocina y buscarse ellos mismos el agua en la nevera, y es eso mismo lo que los obliga a sentirse en casa. Lo hago todo el tiempo. Me gusta que la gente se sienta cómoda. </i></b></span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Se quitaron los abrigos y los pusieron en la escalera y él, lo puso en el sofá, como hace siempre. Encendió un cigarrillo en mi salón y me sonrió, sabiendo que me enferma que no me pregunte. Como revancha le pedí que eligiera uno de los vinos que tenía en la cocina, y lo desterré del salón inmediatamente. en cuanto salió, rápidamente antes que los otros regresaran del baño y la cocina, le sustraje el paquete de cigarrillos, cogí dos y se lo escondí luego en un mueble. </i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Ya con el vino, las pizzas, y la charla superficial me puse un poco más en situación. Mis amigos son un poco así, unas especies de dandys que trabajan.Pero básicamente son eso. Los quiero mucho, la verdad, pero no los soporto más de quince minutos al mes. Tengo la ventaja de que me he acostado con casi todos ellos en un pasado lejano y no siento el menor interés en ellos. Muy por el contrario me sorprendo a veces cuando los escucho hablar, porque me aburren soberanamente y no se de qué hablaba los veinte minutos antes, ni los tres minutos de después. Escarbé pero no pude recordar, lo qué si , es que me sobrevino esa sensación de vacío. Por momentos, tengo esa sensación, ese vacío, esa tristeza, pero luego se me pasa. Hace poco leí sobre estos cambios bruscos de estados de ánimo, algo así como que podían ser un indicador de Alzheimer en un futuro, pero no me preocupé en lo más mínimo porque de todas formas, cuando tenga Alzheimer no me recordaré ni de los cambios de estado de ánimo, ni de nada...</i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>La conversación giraba en torno a la política, algo muy importante, pero que no me importaba un bledo en ese instante, porque me recordé de tus ojos marinos.El señor tabaco buscaba con desesperación el paquete que le había hurtado rato antes y tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para no reírme . Cuando vi que la situación era insostenible y que comenzaba a molestar al resto preguntándoles si habían visto el tesoro perdido, me llevé las manos a la cara y me escondí en ellas haciendo que me apesadumbraba la conversación. Entonces la cosa dio un vuelco hacia la situación económica y yo comencé a reírme a carcajadas. De locos. Solo el aludido comprendió lo que pasaba y levantándose se dirigió hacia mi y me cogió como si yo fuera una bolsa de papas mientras yo intentaba liberarme histérica por las cosquillas. </i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Los demás, novia-amiga incluida, son todos tan psicoanalizados que tomaron una escena tan desbordada como algo natural y siguieron con la charla abstrusa.</i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Al liberarme en el sofá, lejos del mundanal ruido, agotado, luego de haber estado levantando un fardo de patatas que pesaba lo que tres, acusarme de golfilla y recuperar la droga, se sentó a mi lado, me abrazó y me preguntó suavemente cómo estaba. </i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Estoy bien, siempre estoy bien, incluso cuando estoy mal. Hasta en la desdicha me siento afortunada. Por eso puedo seguir. Supongo. No dije nada de esto, solo cerré los ojos y pude sentir tu barba blanca entre mis dedos, y quise una vez más, estar contigo. Creo que me quedé así, en el sofá, con los ojos cerrados, sin hablar, no se cuánto tiempo, pero de pronto recordé que estaban mis amigos. Y abrí los ojos. Me había quedado sola tras el biombo y allí permanecí un poco más, y fue entonces que aquella canción me acarició la oreja, busqué entonces esa clase de papel con cinco líneas y cuatro espacios que me unió a ti de alguna manera, y un bolígrafo azul y regresé con los demás, pero en camisón y bata. Me ubiqué en un ángulo de la mesa, apartando los vasos y lo que sobraba de pizzas y canté la melodía, y la escribí. Más o menos seguían hablando, ya te dije antes que son todos así, psicoanalizados. Alguien preguntó si era para la audición y creo que dije que no, que tenía que terminarlo para mañana. Para ti. Y para mi.</i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>¿Sabes qué me parece? Pienso demasiado, pero no llego a ninguna conclusión. Hoy por ejemplo, me preguntaba por qué si les habías hecho cappuccinos como a mi, y las habías abrazado, como a mi, y te habían echado de menos, como yo a ti, por qué no estabas con todas ellas aun. Solo puedo decir que si Dios existiera, estaría sentado sobre el libro de los "por qué", pero como no existe, tuvo que ser el Alzheimer. El tuyo... el de ellas. </i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Al fin la noche terminó de decaer, que era lo que había estado haciendo desde que les abrí la puerta y se estampó la realidad de las dos de una madrugada de invierno. Cuando se fueron regresé arriba y como ya estaba en camisón me metí en la cama rápidamente, después de lavarme los dientes. </i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Si pudiera regresaría atrás en el tiempo, al invierno pasado, por ejemplo, me gustaría cambiar las cosas. ¿Sabes cuáles? Pues te hubiera recibido con la misma cena, y hubiéramos dicho las mismas cosas.Y nos habríamos despedido como lo hicimos entonces. Y luego, yo hubiera ido a buscarte como lo hice, y hubiera regresado una vez más, como pasó. Hasta hoy, que mientras te escribo todo esto, me doy cuenta que lo hago porque en verdad, me gustaría dormir contigo esta noche.</i></b></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<div class="watlinks" style="background: #CCCCCC; font-size: 11px; padding: 2px 0 4px 0; text-align: center; width: 480px;">
<a class="waturl" href="http://www.wat.tv/video/billie-holiday-the-man-love-25d11_2ey7h_.html" target="_blank" title="Vidéo Billie Holiday - The Man I Love sur wat.tv"><strong>Billie Holiday - The Man I Love</strong></a> Vidéo <a class="waturl altuser" href="http://www.wat.tv/pacifique84800" title="Retrouvez toutes les vidéos pacifique84800 sur wat.tv">pacifique84800</a> sélectionnée dans <a class="waturl alttheme" href="http://www.wat.tv/guide/musique" title="Toutes les vidéos Musique sont sur wat.tv">Musique</a> </div>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-6487532803464062422011-12-02T08:54:00.001-08:002011-12-02T09:46:55.799-08:00<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/KxGVZ5xiqNs?fs=1" width="459"></iframe>
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Y así, con ese extraño modo que tiene la realidad de mecernos de un extremo a otro, y que nos puede llevar a sentir una caricia cuando solo ha sido el viento o a creer desear morir cuando es imperiosa la necesidad de que sigamos existiendo unos pocos instantes más. Con esa hipersensibilidad que me lacera y me atrofia. Esa fuerza inexplicable que surge dentro de mi, que me permite frenar los huracanes, partir el brazo al verdugo, y abrirme paso entre cadáveres, entre bestias hambrientas, caminando descalza por la ciudad en ruinas...tu imagen se marchita en mi y como el humo, se funde irresistiblemente en negra noche.<br />
Pero también podría guardar tu recuerdo, un poco más, solo un poco más, hacerlo sonar como una cuerda y convertirme en un laúd que tenga otras mil que vibren por simpatía.<br />
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Me parece que tendré que taparme las orejas con algodones, no es maldad, créeme, es que no se puede de otro modo, percibir aquella, la dulce armonía.<br />
<br />Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-23351378587214777.post-61898685995373190192011-11-08T18:27:00.000-08:002011-11-08T18:27:43.533-08:00Metatarsianos<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Una vez más frente a mi, tu imagen. Pero algo me ha cambiado. Lo se, porque antes hubiera sentido cosquillas en el estómago. Y hoy no. Tu figura se me hubiera colado por cualquier sitio, un pequeño resquicio podría haber sido bien aprovechado con astucia. Ahora soy realmente impenetrable. Impenetrable, qué contradicción. Bueno, vamos mejorando entonces, contradicción es una palabra muy bonita que ha devenido de contrariedad. Antes era eso, solo eso. Y no me rio porque uno no puede alegrarse de la muerte de nada, ¿o si?. Posiblemente debería. Pero no puedo porque no me causa ninguna gracia. Ni aunque bromee al respecto como tengo por costumbre. Tengo por costumbre la contradicción. Será posible que luego de años de intentar sonreírme cuando no me apetecía, tuve luego que aprender a no hacerlo cuando no tenia ganas. Hace poco tiempo logré llorar desconsoladamente, a veces sin ningún motivo aparente. Pero lo hay. Hay muchas cosas. Mucha cosas buenas, que reconozco, que antes o no estaban o no podía verlas y en este momento si. Por eso tu imagen, a la que por años no pude resistirme, tus palabras tan cuidadas en persona, y despilfarradas en letritas, tu humor ácido y tu sonrisa de lado ya no surten ningún efecto.</i></b></span><br />
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Como escribo tantas pequeñas historias sin sentido, no parece ninguna ser verdad. Lo curioso es que no miento, solo hago madejas. Podría contar la historia mil veces, la misma, de hecho, es lo que hago, y sin embargo es completamente incomprensible, deshilvanada . A un par de personas, se las narré con palabras, cara a cara, pero en verdad, sería lo mismo si no lo hubiera hecho. </i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>La gente no cambia. ¡Qué gran mentira! Claro que si. Yo he cambiado de una manera abismal. No me atrevo ni a decir cómo he cambiado. Ni en absoluta soledad, me atrevo a confesármelo, porque tendría que cuestionarme cosas contra las que luché o dije que luché durante mucho tiempo. Más que luchar, defendí, proclamé, o mejor dicho me regí por. Tampoco creo que haya actuado mal, eran mis ideas. Pero imagínate que estamos hablando de A. Para llegar a B, yo elevaba A a la máxima potencia. Por momentos lo conseguía, entonces, tenía que suponer que ese era el camino para obtener B. Y de pronto, hallé B sin que hubiera ninguna A y sin haber tenido que elevarla a nada. Imagínate que un rayo cayera justo delante de ti, y te encegueciera momentáneamente. </i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>Estoy un poco confundida, en verdad, como aturdida, y lo que me tiene que importar ahora mismo, no es cómo conseguí el resultado, si no el resultado en si. Parto de la base que todo es una búsqueda personal, y que B en mi, es ajeno incluso al factor que dio el resultado. </i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i><br /></i></b></span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><i>El encuentro de mis propias emociones. El anonimato como medio. El auto-exilio por convicción. Me refugio en mi ostracismo, en el que seguiré incluso sin ninguna necesidad real, porque no se qué soy, no importa qué soy, solo la existencia de ese algo, que debo dar a quien llame a la puerta, si sabe lo que realmente viene a pedir. </i></b></span></div>Violetahttp://www.blogger.com/profile/08909128655382575365noreply@blogger.com0